07 de junio de 2013 - 22:06
El padre es presencia
Este artículo tiene 12 años de antigüedad Para que nazca vida se necesita de la presencia del padre y de la madre. Del amor entre el varón y la mujer. Así lo quiere Dios y lo ha puesto en la naturaleza humana. Los hijos necesitan sentir que papá y mamá “están allí” y que se quieren. Muchos varones nos hemos dado cuenta de que nuestros hijos necesitan durante toda su vida también de nuestra presencia. El compartir sus juegos, éxitos y fracasos, el saber escucharlos. El poder “perder tiempo” con ellos. A veces no hace falta hablar, simplemente “estar allí” y hacerles sentir que nuestra atención les pertenece por completo.
El padre José Kentenich, fundador de la Obra Internacional de Schoenstatt, nos dice: “Dios es omnipresente. El padre debe ser omnipresente. Significa que los hijos están presentes siempre para él, al menos en su mente y en su corazón. Para el padre sus hijos viven en su corazón, en su imaginación, en su mente. Omnipresencia significa la plena entrega al tú de sus hijos, y por lo tanto, significa que, ante todo, no es él el centro sino que sus hijos son el centro. Para eso está él allí. Los hijos no están allí, en primer lugar, para él; es él quien está allí para ellos”.
Rezamos en familia: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.