“Antes teníamos campesinos agricultores, hoy tenemos muchos campesinos traficantes de drogas. ¿Por qué? La respuesta la tienen ustedes”, fueron algunas de las frases de monseñor Silvero.
El prelado manifestó, además, que vivimos en un país donde reinan la injusticia y la prepotencia, donde los asaltos y robos son cosas de todos los días.
“Los hospitales están abarrotados de pobres y enfermos que no reciben una atención adecuada por falta de recursos económicos. En este país no funciona la justicia. Es la voz popular”, señaló el obispo Silvero.
El prelado lamentó, además, que un país tan rico y con tantos mártires que dieron su vida por él, se encuentre en estas condiciones. Es por ello que pidió a la Virgen de Caacupé que interceda por este pueblo sufriente que ya no quiere vivir en este Paraguay corrupto y corrompido.
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“El pueblo paraguayo quiere vivir con justicia, paz y libertad, que representan los colores de su bandera”, dijo al concluir su reflexión, y fue ovacionado con un largo aplauso.