Son específicas las recomendaciones para hacer frente a la gripe en verano, por parte del Ministerio de Salud.
Manos limpias
* Lavado frecuente de las manos, puesto que es uno de los medios principales por los que se contagian los virus.
No a cambios bruscos
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* Evitar los cambios bruscos de temperatura. Se aconseja el uso de abrigos livianos en ambientes cerrados con aire acondicionado donde la temperatura es muy baja.
Ni muy frías ni muy calientes
* Las bebidas muy frías y muy calientes tampoco son muy recomendadas. Lo mejor es no exponerse mucho tiempo al sol y mantener el sistema de climatización a una temperatura entre 22 y 24º C.
Reforzar las defensas
Pueden reforzarse las defensas comiendo sano y con la práctica de ejercicios de manera regular. Es necesaria una dieta equilibrada, y conviene consumir líquidos, consumir frutas y verduras.
Invierno o verano
No existe ninguna diferencia entre un resfriado de verano y uno de invierno; los síntomas y el cuadro que presenta el paciente son los mismos.
Ambos son una infección de las vías respiratorias superiores que duran aproximadamente una semana y su periodo de incubación es de 48 a 72 horas.
Ocurre sí que en verano es mucho más molesto, ya que obliga a estar en reposo varios días en casa y tomando comida caliente como caldos o sopas.
Factores de riesgo más frecuentes
Entre las principales causas están los cambios bruscos de temperatura (sistemas de refrigeración) y otros factores (fatiga, estrés, enfermedades crónicas, especialmente las respiratorias, o una dieta inadecuada).
Los aires acondicionados son uno de los principales causantes de los cuadros catarrales durante el verano, ya que bajan las defensas de nuestro organismo y los virus aprovechan ese momento para atacar nuestro sistema inmunológico y provocan el resfriado.
