Hace aproximadamente 8 años, Ivone comenzó maquillando a su nena para Halloween del colegio; por esos días también su hermano le pidió que lo maquillara para una fiesta temática de su trabajo, “él ganó el 1er. premio, eso hizo que me empezaran a decir ‘pintá más’. Estudié con la profesora Silvia Anderson. Me hizo bien estudiar, porque verifiqué mi don”, cuenta la hoy maquilladora profesional, que fue recomendada para trabajar con Agustín Núñez en su instituto de teatro, donde continúa desplegando talento hasta hoy.
–¿Para qué ocasiones, para quiénes maquillás?
–Yo hago maquillaje artístico para shows, hago caracterización para teatro. Acá no hay mucho campo salvo fin de año, los musicales de los colegios, fiestas temáticas de empresas, Halloween en discotecas y pubs. Carnaval en Asunción no tenemos, pero sí en Encarnación y ahora es la época fuerte; allá hay muchos maquilladores que van de acá o vienen de Argentina. Cuando uno tiene pasión por maquillar va creando, buscando dónde aplicar.
–Empezaste sola, ¿cómo te sentís a casi 10 años?
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–Sí, como muchos artistas empecé sola; también hay muchos que se llaman artistas, pero no lo son y eso se nota en el trabajo. Yo descubrí mi capacidad no por mí, que no soy de alabar lo que hago, sino porque profesionales admiraban el resultado de mi labor. Y aún considero que me queda mucho por aprender.
–¿Qué tipo de gente captás como docente de maquillaje?
–Va gente de teatro, también van padres para aprender a maquillar a sus hijos, otros van para ver si les gusta. Pero en todos, sí se puede ver quién será brillante y creativo, y quién solo aprende a hacerlo.
–¿Vos sentís libertad al crear?
–Para una obra, los directores de teatro determinan el estilo; por ejemplo, si son animales, si tienen que ser realistas o fantasiosos. Los directores marcan, ellos te pasan el estilo y uno va creando, en el caso de las bailarinas te dicen los colores y yo pregunto qué luz se va a usar, si se va a mover mucho, si quiere pestañas, etc., todos los detalles hay que tener en cuenta. Respecto a los materiales, hay que ir probando, esto es prueba y error.
–Las pinturas son importadas.
–Así es, porque nacionales no hay, generalmente son brasileras. También compro por internet. Me surto con entusiasmo cauteloso, porque acá no podés invertir tanto como en otros países donde hay más campo.
–¿Aun así hay competencia?
–Sí, con sus consecuencias. Nuestro mercado no es fácil. Hay maquilladoras que pasan la mitad del presupuesto. Cuando no se confía en el profesional o se regatea, entonces yo prefiero retirarme del posible cliente y dejarlo que haga su experiencia.
–¿Trabajás sola?
–Tengo asistentes, pero sí llegué a maquillar sola. Recuerdo el trabajo que hice para el instituto solidario de María Mersán (personas con discapacidad), maquillé un día entero, me cansé pero fue gratificante. Después aprendí que tengo que llevar asistentes, que son los que voy conociendo en las clases y talleres.
De la artista
Ivone es comunicadora social, énfasis en publicidad y propaganda, por la Universidad Federal de Santa María (Río Grande del Sur, Brasil), después vinieron los cursos de fotografía, administración y gestión deportiva, maquillaje profesional de caracterización (IPEI). También trabajó en algunas revistas locales en diseño gráfico. Egresada del Inter, revive los mejores recuerdos de su colegio, “ahí aprendí de todo, hice campamentos, descubrí mi liderazgo. Participé en olimpiadas y gané todos los premios en la categoría de arte que fuera. Le dibujaba a todo el mundo, ¡y ganaban!” Actualmente es profesora en un colegio de élite, da una materia electiva que se llama Anuario, donde les enseña a diagramar, elegir fotos, etc. “Estoy en contacto con los chicos, ahí voy viendo qué les gusta. Soy una maestra privilegiada, mi materia es divertida, nos reímos, la pasamos muy bien, usamos el celular. Aunque no dejo de ser exigente con sus trabajos. La teoría en arte no sirve de nada, tenés que ver los resultados”.
Ivone está casada con un argentino, tienen dos hijos: Lucía (16) y Federico (11). Tiene su oficina en su casa, “soy muy hogareña, aunque voy y vengo”. Se considera una persona adaptable, “vivir años en Brasil me sirvió para ser muy independiente y para aceptar que las cosas cambian”.
–¿Darás talleres en verano?
–Sí, voy a dar el de papel maché (solo para 5 personas) en enero. Y los talleres de maquillaje artístico en marzo.
–¿Con qué obra despediste el año?
–Los pesebres de madera pintados, petdoll, chiquitos pintados a mano, uno a uno colocados sobre rodajas de tronco, tuvieron mucho éxito.
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