Como si se tratara de uno de esos conjuros demoniacos propio de la mejor literatura de terror, a los pocos días se le sumó otro capítulo que viene a confirmar lo dicho anteriormente y a aumentar su gravedad. Se informó que casi el 50% de los postulantes a formar parte del Banco de Elegibles del Ministerio de Educación se aplazó en las pruebas realizadas para integrar ese grupo de reserva de maestros. La mayoría no aprobó los exámenes por “no poseer la capacidad de interpretar e inferir contenidos de textos”. Volvemos al punto de partida: son todos analfabetos funcionales. En palabras más crudas: quiere decir que estos aspirantes a convertirse en los profesores de nuestros jóvenes, simplemente no leen. Y si dicen leer, no entienden ni jota.
¿Hay alguna explicación por parte del Ministerio de Educación? Ninguna. Y es comprensible porque les debe resultar muy duro reconocer que esa secretaría de Estado es absolutamente estéril, que sus principales funcionarios son ineptos, incapaces de cumplir con las funciones que tiene –o al menos debería tener– dicho ministerio: la formación de los jóvenes.
El viceministro de Educación explicó que este Banco de Elegibles tiene como objetivo contar con un número importante de “maestros de reserva” de donde se irán eligiendo a los profesores que deberán llenar las vacancias que se produzcan por jubilación, enfermedad, fallecimiento, etcétera. Pero de qué “reserva” se puede hablar cuando es imposible encontrar entre los postulantes a un cargo de docente, alguien que reúna las condiciones mínimas exigibles a un maestro.
Días atrás un grupo numeroso de alumnos buscaba entrevistarse con autoridades del Ministerio de Educación ya que no pueden dar clases por falta de profesores. ¿Hay alguna respuesta para ellos? Ninguna. Más que las mismas frases hechas de siempre, las mismas promesas incumplidas, las mismas evasivas. En resumen: vuelvan tranquilos a sus casas y déjennos tranquilos porque no pensamos hacer nada. Todo va a seguir igual. Muy pronto recurriremos a las frases de Donald Trump dichas en estos días: “Si no les gusta el país, pues váyanse a otro”.
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La semana pasada, una “técnica” en educación del ministerio del ramo decía que la comprensión de texto era uno de los grandes problemas con los que tropiezan continuamente. Esto traduce su falta de imaginación y de iniciativa. En todos los países del mundo, no sólo en occidente, se deben enfrentar los maestros con este problema. Pues ya que tanto les gusta viajar con jugosos viáticos para no hacer nada, esta vez hagan algo por el país y vayan a preguntar a Chile, Argentina, Uruguay, Costa Rica, cómo solucionan este problema y con los ajustes indispensables que respondan a nuestras necesidades, los ponen en vigencia aquí.
No podemos seguir jugando con el futuro de nuestros jóvenes, con el futuro del país. Si nos encontramos hoy como nos encontramos por culpa de todos los ignorantes que manejan el país a su antojo y capricho, no permitamos que esto siga sucediendo.
jesus.ruiznestosa@gmail.com