Ahora salta el caso en Caazapá, que según las crónicas periodísticas y los archivos policiales, la rivalidad entre Adaro Monzón y su colega liberal Nelson Vera Villar data de hace unos 20 años, con episodios de atentados de por medio que se atribuyen el uno y el otro pero hasta el momento sin graves consecuencias judiciales.
En Paraguarí, por ejemplo, la rivalidad es puramente colorada. Hay una marcada distancia entre el imputado diputado Miguel Cuevas (ANR, Añetete) y su colega acusado Tomás Rivas (ANR, cartista). Para graficar el concepto, como diría un colega periodista deportivo, la diferencia llega a tal punto que Cuevas y su colega Esteban Samaniego (también imputado) presentaron un proyecto de ley para desmembrar el municipio de Ybycuí con el objetivo de crear un nuevo municipio.
¿Quién es el o la intendente de Ybycuí? María del Carmen Benítez (ANR, cartista), esposa del diputado Rivas. Al mismo tiempo, la jefa comunal es la titular de la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (Opaci), que en estos momentos está en su época de recaudación a través de los municipios por el cobro ilegal de las licencias de conducir y habilitación de vehículos.
Es decir, la “pelea” entre los dos imputados diputados de Añetete de Paraguarí y sus compueblanos cartistas Rivas-Benítez se dirime en el Congreso Nacional con el proyecto de ley de creación de municipio. Seguramente, haya muchas cosas detrás de esta visible enemistad, que no lo sabemos.
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En Amambay también se repite esta historia con los Acevedo (PLRA) versus Marcial Lezcano (ANR); en San Pedro, entre el diputado Freddy D’Ecclesiis y el gobernador Carlos Giménez, ambos de Colorado Añetete, por citar algunos casos mediáticos.
Estas rivalidades feudales seguirán existiendo por varios motivos, pero fundamentalmente por la falta de control del financiamiento político, la infiltración delictiva sin obstáculos en los candidatos, la ausencia de justicia y el desinterés ciudadano en la política nacional.
Recordemos que el sistema de elección por regiones de los diputados deja al descubierto la escasa presencia de líderes en la sociedad, motivo por el cual los espacios son ocupados por personas que representan a intereses muchas veces ocultos. Siempre hay honrosas excepciones.
Cuando un ciudadano se pregunta quiénes le votaron, por ejemplo, al acusado Carlos Portillo (PLRA) o al privado de su libertad Ulises Quintana (ANR, Añetete), la respuesta está en la mayoría de los electores de Alto Paraná. Es decir, que a estos dos legisladores poco o nada les importa qué opinan de ellos los caaguaceños, sampedranos y/o concepcioneros. El asunto está en privilegiarle a su electorado, y punto.
Pero el caso de estos dos legisladores es clave para explicar que la justicia independiente tiene un papel preponderante en estos feudalismos políticos. Ulises está privado de su libertad en la cárcel militar de Viñas Cue porque fue juzgado en Asunción por presuntos vínculos con el narcotráfico, mientras que el acusado Portillo sigue chicaneando su proceso porque logró llevar a Ciudad del Este. O sea, juega de local, en su territorio electoral, cosa que no debe ocurrir. Además, la hermana de Portillo (PLRA) es concejala de Ciudad del Este. Si seguimos así, no se dónde vamos a ir a parar. Encima, se acercan los comicios municipales.
pguerrero@abc.com.py