No maltratar a los animales

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A diario vemos en los medios de comunicación y a través de las redes sociales escenas crueles de animales que son maltratados por las personas. Hace pocos días, la fiscalía intervino en el caso de un señor que en Santa Rosa, Misiones había arrastrado a un perro, ocasionando la reacción colectiva consciente de este delito.

En esa misma fecha funcionarios de Senacsa llegaron a la propiedad de un individuo en San Lorenzo que contaba con tres caballos muy desnutridos en estado deplorable y que el sujeto en cuestión utilizaba para trabajar.

En noviembre del 2017 también se produjo un acto cruel y salvaje, cuando dos mujeres ataron y arrastraron a un perro en automóvil hasta que el animal no aguantó más y falleció. A partir de entonces, las organizaciones protectoras se apresuraron para que contemos con una Ley para castigar a los maltratadores. Entró a regir la Ley 4840/13 que establece las pautas mínimas que regulan la protección de los animales domésticos, silvestres y exóticos en cautividad.

Dicha normativa que tiene plena vigencia en el Paraguay fue promulgada por el Poder Ejecutivo el 28 de enero de 2013 y tuvo varias modificaciones en años posteriores pero esencialmente su espíritu es proteger del maltrato y la crueldad a esos seres vivientes.

En su artículo primero incisos a, b, c, d y e tratan sobre prevención del dolor, promoción de la salud, erradicación del maltrato, la implementación de programas educativos y el bienestar animal sostenido. En sus artículos siguientes hablan de la zoofilia, que es mantener relaciones sexuales con animales: zoocidio, sacrificio injustificado y biocidio, que es la muerte en grandes cantidades como sucedió con la mortandad de peces el año pasado y que se tenía que investigar a fondo y castigar a los culpables.

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Resulta sumamente interesante esta Ley y tenemos que acceder a ella todos los ciudadanos que amamos a los animales. Estos seres no son solamente los perros, gatos y loros que tenemos como mascotas y a quienes les tratamos como hijos. La ley se refiere a aves, reptiles, mamíferos, peces y toda otra especie de la naturaleza. Es bueno que los niños vayan aprendiendo en sus casas, escuelas y a través de los medios a amar y respetar a los animales. En mi barrio de Capiatá ya van desapareciendo los chicos que hondita en mano persiguen a los pajaritos, sobre todo en vacaciones, porque personalmente me ocupé en hablarles amorosamente sobre el tema. Y es una conquista que produce enorme satisfacción que los niños adquieran conciencia.

Los millones de animales que murieron en Australia por los incendios forestales y cuyas fotos recorrieron las redes, nos produjo impotencia y lágrimas. Porque el dolor de ellos es nuestro propio dolor. Un perrito rescatado en Australia y cuya imagen nos hizo llorar por el rostro del animal que abrazaba y miraba con profundo agradecimiento a su rescatista, nos debe hacer reflexionar.

Cuantas especies en extinción por culpa de la codicia humana. Tenemos que seguir luchando contra los sojeros que envenenan el suelo, matan a los animales, las plantas y producen cáncer a nuestros compatriotas. El castigo por muerte por contaminación o biocidio esta contemplado en la Ley. Tengamos piedad hacia todos los seres vivientes, porque eso es tener piedad a nosotros mismos. A veces cometemos el error de pensar que somos seres superiores y eso nos da potestad para agredir, golpear o matar a los animales. No es así, ellos son superiores en cuanto a lealtad y fidelidad a sus dueños, como los perros, por ejemplo. Konrad Lorenz, austriaco, premio Nobel de la Paz, padre de la etología decía que no vas a ver un animal que corra como loco en moto, se suicide o cometa actos violentos. Se respetan y conviven armónicamente en su hábitat natural. Por esa razón nosotros, los seres inteligentes tenemos que tratarlos con amor y misericordia.

blila.gayoso@hotmail.com