Letrados y letrinas

Tantas cosas seguidas ocurren en este país que dejan de ser provocadoras, ya que nuevas circunstancias y de las más inauditas van desfilando para opacar a las situaciones que pasan a ser obsoletas y tomar el viejo y conocido rumbo del oparei. Es asombroso lo que nos sucede en este Paraguay tan lindo, tan sosegado, tan chico, tan deshonesto, tan insólito, tan extravagante, tan podrido, tan increíble y tan corrupto.

Cargando...

Entre lo inverosímil se tiene, a días antes del mundial futbolero de Rusia, retrotraer lo sucedido al fútbol paraguayo. Dirigentes insaciables que andaban pelotudeando detrás de una pelota y los dólares sucios nos dejaron asombrados y hoy ya están bajo sombra y algo también especial le ocurrió a la Albirroja que, después de ganarle a la Argentina de visitante, de pelotearle a Chile en Santiago y darle café bien frío a y en la misma Colombia, vino Venezuela para dejarnos sin otro mundial. Son las cosas del fútbol y de pelotudos.

Dos senadores, expulsados por corruptos y sinvergüenzas por sus mismos pares y nones de la Cámara de Senadores, fueron colocados en la lista de sus partidos políticos y electos por el pueblo votante para que nuevamente ocupen las sillas parlamentarias, solamente un país como el Paraguay de hoy puede presentar este tragicómico desenlace. No sé qué otro país tan kachiãi podría presentar un finiquito tan extravagante como lo ocurrido en las últimas elecciones generales. Los mismos que le relajaron y humillaron con la expulsión de una sala del Congreso le dieron el ingreso como si nada haya ocurrido con el barrido que le dieron. Es inexplicable lo ocurrido así como el fibrocemento que adornan sus caras y caracteres. Es evidente que los tribunales de conducta de los partidos políticos en este país no pasan de ser una tribu que de conducta nada tienen. Se reciclan a tutiplén los indeseables, los mediocres, los sinvergüenzas y los vulgares.

El drama de la carne va rumbo a declararse so’o, ya que todos los involucrados se tiran encima las culpabilidades y a esta altura del campeonato la carne ya no tiene pecados ni pecadores para que la ciudad de Concepción, la industria cárnica y su cadena de valores se pierdan y el nombre de Paraguay también se debilite y se dilapide la calidad de su carne y de su cuero vacuno. Pero algo siempre se gana, seguir y mantener los puestos de vanguardia en materia de país plagado de corruptos.

Para el dinero sucio que llega al Paraguay se estorban las entidades bancarias para lavarlo y plancharlo. Hasta un banco con bandera paraguaya hizo mucho para que la plata obscena e indecorosa sea colectada en su caja fuerte para certificar que todos los servicios e instituciones de control solo sirven para apuntalar el contrabando y la injusticia.

Las leyes paraguayas solo sirven para los débiles y el soguetismo. Se pudo palpar desde la intención del rekutu que tuvieron los violadores y tenedores de poder. Muy pocos mandatarios no jugaron al rekutu, para colmo los peores son los que insistieron en esto de volver con sus sucios y corruptos mandatos.

No se puede manejar a un país tan rico en materia de agricultura de la manera en que se manipula la cuestión productiva. El manoseo que sufre la clase trabajadora y agroproductora no corresponde a un país que se sustenta y vive del campo que produce la leche, los granos, las frutas, las hortalizas, la miel, la carne, los huevos, la madera y siguen las firmas. El Ministerio del ramo (MAG) no es más que una rama de una asistencia que solo sirve para empobrecer al Paraguay, regalando pollitos, machetes y carretillas para que después los agricultores vendan e invadan los centros urbanos.

Este país está lleno de “letrados” y letrinas...

caio.scavone@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...