Metas de inflación: base de la estabilidad presente y futura

El año 2013 ha sido excepcional considerando los logros macroeconómicos obtenidos. El PIB del país, que mide la cantidad de bienes y servicios producidos en la economía, se incrementó a una tasa del 13,6 por ciento. La excelente recuperación del sector agrícola luego del mal rendimiento del 2012, la reapertura de los mercados internacionales para la carne y un sector de la construcción pujante fueron los principales motores de este crecimiento histórico.

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Este desempeño no ha sido solamente más elevado sino de mejor calidad teniendo en cuenta el lado de la demanda. El consumo, principal motor del crecimiento en los últimos diez años, ha sido importante, pero su aporte al aumento del PIB ha sido complementado por un incremento de las exportaciones netas (demanda externa) y de las inversiones (que garantizan las sostenibilidad de crecimientos más elevados en el futuro).

Por el lado de la inflación, el año cerró con un incremento en el nivel de precios del 3,7 por ciento.

Este aumento anual de precios ha sido el segundo más bajo de los últimos 10 años, siendo solo superado por el observado en el 2009 y que en gran parte fue resultado de la coyuntura recesiva global. En términos relativos, la inflación registrada en el 2013 ha sido una de las más bajas de la región. Este logro no ha sido fortuito, sino que es reflejo del fuerte compromiso del Banco Central del Paraguay (BCP) con la estabilidad de precios. Este compromiso resultó en una tasa de inflación promedio de los últimos tres años que ha sido la menor del Mercosur y la quinta más baja de Sudamérica.

Significó, igualmente, el cumplimiento por tercer año consecutivo del compromiso del BCP con su meta de inflación. Este esquema de política monetaria, implementado por la gran mayoría de los bancos centrales modernos de la región, fue adoptado por la autoridad monetaria a partir del 2011.

Los resultados han sido alentadores desde su implementación, lográndose durante este periodo tasas de inflación más bajas y menos volátiles.

El Directorio del BCP cree firmemente que tasas de inflación elevadas generan distorsiones que llevan a un aumento de los riesgos, desalientan las inversiones y comprometen la sostenibilidad del crecimiento económico. Entiende igualmente que la inflación tiene importantes costos sociales, con efectos particularmente nocivos en las camadas más pobres del país. Por ello, para que los planes de inversión finalmente se concreten y que el auge del crecimiento económico llegue a los más carenciados, considera fundamental que el banco central provea de un marco de previsibilidad nominal a los agentes económicos.

En un momento en que el país se encuentra en la mira de los inversionistas globales, la autoridad monetaria debe mantenerse particularmente alerta para reducir riesgos inflacionarios. Es por ello que en la última reunión del CEOMA se ha decidido aumentar la tasa de interés de política monetaria con el objetivo de actuar de manera preventiva y mucho antes que las presiones inflacionarias se manifiesten en los números.

El 2014 se presenta con nuevos desafíos. En el contexto internacional, luego de cinco años del peor momento de la crisis financiera, el escenario económico global ya muestra algunas señales positivas.

Estamos actualmente en un periodo de transición, que incluye una normalización de las condiciones financieras globales (principalmente en la economía de los Estados Unidos).

Esta mudanza es positiva, ya que significa que la recuperación de la mayor economía del mundo está ganando fuerza y esto representará en el futuro un mayor crecimiento de la economía mundial y del comercio internacional. Sin embargo, la incertidumbre en cuanto a la intensidad y la velocidad del proceso de ajuste podría crear temporalmente una mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales.

En esta coyuntura, el principal desafío para los bancos centrales es asegurar que este periodo de transición sea el más suave posible para sus respectivas economías. Como he mencionado en distintas oportunidades, el Paraguay está bien preparado para atravesar este periodo sin mayores sobresaltos.

Para ello, el BCP adoptará las medidas que sean necesarias a fin de preservar la estabilidad del sistema financiero y de la economía, y el buen funcionamiento de los mercados.

Las proyecciones indican que el 2014 será nuevamente un buen año económico. Nuestra economía podría crecer inclusive por encima de su promedio de la última década si existe eficiencia en la implementación de las leyes recientemente aprobadas. Por su parte, el BCP seguirá proveyendo un marco de estabilidad nominal para la economía. Para alcanzar este objetivo, la institución continuará perfeccionando el esquema de política monetaria basado en metas de inflación, a fin de garantizar una inflación baja, estable y predecible en el tiempo.

(*) Presidente del Banco Central del Paraguay

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