Recién llegada de los Estados Unidos, hace 12 días, la Dra. Belén Ramírez, especialista en medicina familiar y humanitaria, se autoconfinó en su residencia familiar en Paraguay, desde donde actualmente trabaja en el protocolo de emergencia sanitaria de nuestro país ante el covid-19. Con experiencia en países como el Congo, en donde trató enfermedades altamente contagiosas como el ébola, ni bien se enteró del primer caso de coronavirus en nuestro país, decidió dejarlo todo para trabajar por y para su país. Desde que tenía 16 años se visualizaba como médica haciendo ayuda humanitaria en países lejanos del África o similares. Lo logró, pero para llegar ahí se quemó las pestañas en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción. Luego hizo su residencia en Medicina Familiar en el Centro Médico Bautista para luego trabajar también en el Hospital de Loma Plata, Chaco Paraguayo, a unos 450 km de Asunción.
Estando ahí, en las áridas tierras chaqueñas, en un momento en el que la bata y el estetoscopio quedaban a un lado, encontró la oportunidad para aplicar a la organización internacional Médicos Sin Fronteras, en la que, luego de todos los requisitos de rigor, logró lo que había visualizado en su adolescencia: salvar al mundo a través de la medicina.
Esto la llevó al Congo, donde trabajó tratando a pacientes con Ébola, convivió con la comunidad y al mismo tiempo ponía en práctica todos los conocimientos que había adquirido tanto dentro de nuestro país, como fuera.
Justamente, por haber trabajado en casos de epidemias y sensibilizada por cómo la pandemia del coronavirus comenzaba a afectar a nuestro país, tomó sus maletas, empacó lo que pudo y se embarcó a la odisea de su vida: trabajar por y para su país en esta emergencia sanitaria.
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“A lo largo de mi carrera participé en varios tipos de misiones de urgencias y epidemias. El año pasado estuve en Congo en un proyecto de ébola. Además trabajé en otras epidemias como la del cólera. Apenas supe que el virus llegó a Paraguay decidí venir. Con el doctor Guillermo Sequera (director de Vigilancia de la Salud) trabajamos en todo lo que es el protocolo y el sistema de prevención de la enfermedad”, señaló la doctora.
En cuanto a cómo empezó a trabajar con el equipo médico de Paraguay, indicó que Sequera fue su compañero de promoción en la facultad de Medicina y ambos comparten la filosofía que pone el foco en la salud pública y la salud humanitaria. “Cuando me enteré de que el covid-19 había llegado a Paraguay y el doctor Sequera me dijo de la situación, sentí en el corazón que tenía que estar en Paraguay”, afirmó.