Lara llegó a la iglesia en un Mercedes Benz antiguo de color negro, vestida por la diseñadora Florencia Soerensen, quien confeccionó el vestido en línea sencilla y romántica, bordado con apliques de randas de Dior, traídos de Europa. Lara lució un tocado que consistió en una tiara calada preparada por Adri Ortiz, y llevó en sus manos un ramo de rosas en tonos pasteles con trigos, de Elvira Llano. Luego de la ceremonia religiosa se realizó una imponente fiesta en el Sheraton, ambientado por Elvira Llano; los presentes disfrutaron de una previa con tablas de quesos, jamones y frutos secos, además de la barra de tragos de Fashion Drinks. Luego se sirvió un menú vegetariano e internacional organizado por el staff gastronómico del hotel. La mesa de dulces fue montada por Jacqueline Bogarín, de Chocolarte; y durante la noche actuaron Carlos Allou, los K-chiporros, Talento de Barrio y Gustavo Cabaña, quien ofreció un show humorístico.