Solterón, na. Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra soltero proviene del latín ‘solitarius’. Otros autores, como Joan Corominas y María Moliner, hacen derivar la palabra soltero del participio latino solutus del verbo sólvere (‘desatar, soltar’), en español suelto. Del antiguo suelto se derivaría soltero, aplicado en un principio a las riendas, a los presos, y desde mediados del siglo XIII al ‘no casado’, en sentido de ‘suelto, libre y sin compromiso’. Para soltero tenemos en castellano el cultismo jurídico célibe, que también se usa para designar a una persona que ha hecho voto de castidad. Una expresión muy utilizada para designar a una mujer entrada en años soltera es “quedar para vestir santos”. Teóricamente esta frase se originó en España, en tiempos en que no conseguían casarse se entregaban de lleno a los menesteres religiosos, por falta de trabajos hogareños, entre ellos vestir las imágenes de los santos. Una de las primeras apariciones de la palabra “solterona” en la literatura española se remonta a 1809, de la pluma de Santiago González Mateo. En la actualidad es un negocio lucrativo celebrar cada 11 de noviembre el Día del Soltero.
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