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Hermann Hesse (1877-1962) Escritor suizo, de origen alemán.
“La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla”.
José Ortega y Gasset (1883-1955) Filósofo y ensayista español.
“La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora”.
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.
“La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la sicología ni la retórica”.
Luis Cernuda (1902-1963) Poeta español.
“Todo lo que es hermoso tiene su instante, y pasa”.
Velázquez y el papa poco agraciado
El sevillano Diego Velázquez (1599-1660) fue, sin duda, la figura artística más importante del Siglo de Oro español y uno de los pintores más importantes de toda la historia del arte. Desarrolló una grandísima producción a lo largo de su vida. En uno de sus viajes a Italia, entre 1649 y 1651, realizó un espectacular retrato del papa Inocencio X. El artista produjo varias obras no solo del monarca, sino también de su corte, aunque posiblemente estas fueran realizadas ya en la Península. Velázquez hizo un enorme lienzo de 140 cm de alto por 120 cm de ancho. Inocencio X aparece representado como una persona poco agraciada y con gesto huraño: Según las fuentes históricas, el papa tenía un aspecto bastante grotesco, tanto que, incluso, le supuso dificultades para optar a la silla de San Pedro. Pero el artista sevillano realizó para su comitente un retrato realista ligeramente idealizado, porque la fealdad de Inocencio debía ser más pronunciada de la que plasmó el pintor, quien supo captar a la perfección la vitalidad del pontífice de 65 años.
Cuentan que cuando Velázquez terminó el retrato, el papa comentó: “Troppo vero”. Era, al mismo tiempo, una alabanza y una crítica, porque aunque acaso le hubiera gustado que embelleciera un poco a su persona en el retrato, reconocía la exactitud que había conseguido al pintarlo. Confirmó este extremo un cardenal que, al acercarse a la habitación en la que estaba el cuadro, acompañado de unos visitantes, vio el retrato a través de la puerta entornada y dijo:
–Bajad la voz, pues su santidad parece estar descansando.
(*) Fuentes:
Recopilación: mpalacios@abc.com.py