Cuando hablamos de protección financiera, nos referimos a los gastos a incurrir en situaciones inesperadas como accidentes, enfermedades, robos o desastres naturales que pueden ocurrir en cualquier momento. El seguro no puede evitar que ocurra, pero sí puede ayudar a enfrentar estos eventos sin comprometer nuestra estabilidad económica. En el caso de la salud, el seguro nos ayuda a solventar los gastos médicos excesivos sobre todo de aquellos tratamientos médicos que pueden ser costosos, especialmente en emergencias o enfermedades graves, cuando no tenemos coberturas obligatorias de la seguridad social o cuando supera los límites de mi cobertura de medicina prepaga que sabemos resulta sumamente limitada.
El seguro de vida protege la estabilidad económica de la familia, y permite una compensación económica tras el fallecimiento del principal del hogar, con lo cual mantiene a la familia en su estado económico “original” para solventar la educación de los hijos, los gastos de mantenimiento del hogar y aquellas deudas no bancarizadas.
El seguro de automóviles protege principalmente contra daños ocasionados a los terceros y luego las reparaciones del propio vehículo ante un daño parcial o una pérdida total del mismo como consecuencia de un siniestro. Esto nos evita los excesivos costos, principalmente de los repuestos y accesorios, así como de la mano de obra de su reparación.
En muchos de los casos los seguros son necesarios para la industria y el comercio. El transporte de mercancías a nivel mundial requiere asegurar los productos, tanto de importación como de exportación; la participación en licitaciones y concursos públicos o privados de obras y servicios requiere las garantías de seguros de cauciones para facilitar la transacción y garantizar al contratista el cumplimiento de los contratos. La transacción de los commodities requiere de garantizar el warranteo de los mismos, su acopio, almacenamiento y transporte, entre otros importantes beneficios que rodean al fenómeno comercial.
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Invertir en un seguro es entonces una decisión estratégica responsable, que nos protege de imprevistos y garantiza nuestra estabilidad financiera en el largo plazo. Más que un gasto es una inversión, es nuestro bienestar, y el de nuestros seres queridos.
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Invertir en seguro es una decisión estratégica responsable que nos protege de imprevistos y garantiza nuestra estabilidad financiera en el largo plazo.
(*) Abogado.