Alguien que me quiera

“Mi jefe no me valora”, ¡cuántas veces habré escuchado esa frase! La misma se parece bastante a otras que también escuchamos con frecuencia, como por ejemplo: “Mi mamá no me valora”, “Mi novio no me valora”, “Cómo quisiera que mis hijos me valoraran”, en todas ellas el denominador común es la persona que no se siente justipreciada.

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Pero, quizás, si a esa persona le devolviésemos sus pensamientos con una pregunta algo podría cambiar y ese cuestionamiento existencial sería: ¿cuánto vales?

Salario emocional

Esperar que los demás nos valoren cuando nosotros no nos conocemos y apreciamos lo suficiente es, sin duda, la mejor manera de encontrar la frustración. Pero la mayoría de las personas no nos detenemos a analizar nuestras fortalezas y espacios de crecimiento, estamos siempre mirando a los demás, juzgándolos y esperando que nos regalen su aprobación.

El reconocimiento a la tarea bien hecha, al esfuerzo realizado, a la meta cumplida, a los detalles realizados con cariño o esmero forma parte de aquello que todos apreciamos y permanentemente chequeamos en nuestro entorno.

Esa aprobación puede ser entregada de distintas maneras, en el ámbito laboral son tres las más estimadas:

- Sentirnos apreciados, reconocidos, importantes.

- Aprender constantemente y crecer profesionalmente.

- Recibir una compensación económica justa.

La remuneración económica es la base para la cobertura de las condiciones mínimas que llevan a una persona a trabajar en una empresa, pero si la organización busca desarrollar vínculos a largo plazo con sus colaboradores deberá incrementar los beneficios partiendo de esa base.

Hay beneficios que tienen valor monetario y otros que simplemente requieren del franco y honesto reconocimiento del líder hacia el colaborador, así como el desarrollo de actividades que permitan la integración y buen ambiente laboral entre compañeros de tareas.

Las empresas pueden desarrollar un plan de carrera para ofrecer a sus colaboradores la posibilidad de crecimiento constante, también pueden implementar sistemas de remuneración acorde a las responsabilidades e incluso relacionadas al cumplimiento de metas pero, definitivamente, no son las empresas las que pueden desarrollar vínculos afectivos, eso le corresponde única y exclusivamente a las personas.

Por ello, es clave que los líderes de organizaciones comprendan que todos necesitamos y buscamos sentirnos parte de un esfuerzo compartido y reconocido, que el empleo es una forma de obtener una remuneración, pero que la misma no es suficiente para entregar con esmero y fidelidad nuestra capacidad de trabajo.

Valor percibido

El compromiso de brindar diariamente la mejor versión de uno mismo no está a la venta, no hay salario que pague esa capacidad de entrega personal. El dinero logra que las personas hagan el mejor esfuerzo, el compromiso logra que se realice el esfuerzo que haga falta.

Si los colaboradores renuncian para ir a otra empresa donde se les paga un poco más, habría que evaluar en primer lugar si el salario que estamos pagando está acorde con el que corresponde a ese cargo y responsabilidad y, si la respuesta es afirmativa, tenemos que evaluar qué sucede en el clima organizacional que impulsa a las personas a buscar otro ambiente para desarrollarse.

Quizás los colaboradores no estén valorando los beneficios extraordinarios al salario; algunos pueden no percibirlos y otros puede que no los conozcan siquiera. Entonces, ahí existe una tarea pendiente de desarrollo, implementación y difusión que debe realizar la organización, y desde luego será fundamental el control del impacto de cada esfuerzo.

Sin embargo, incluso antes de iniciar esa tarea, deberían los empresarios aprender a escuchar a los colaboradores. Es común que exista un esfuerzo económico y de tiempo importantes para brindar beneficios que apenas son percibidos o no son valorados por los empleados; la idea que desde el directorio o desde la gerencia se pueda visualizar lo que en realidad está precisando el colaborador, definitivamente se encuentra desactualizada.

Así, estos sacrificios financieros impactan en los estados contables y sirven para ilustrar cifras en el balance social (rendición de sustentabilidad o responsabilidad social), pero si no se traducen en mayor fidelidad y felicidad del colaborador, probablemente la rentabilidad real de productividad también sufrirá una consecuencia negativa, aunque incluso al no poder medirse simplemente pase desapercibida en los balances pero sí pueda apreciarse en el clima laboral.

Las personas creamos vínculos afectivos con otras, por eso el líder debe estar permanentemente monitoreando la felicidad de sus colaboradores. El concepto de felicidad laboral se amplía a conocer y apoyar el desarrollo personal y familiar de cada miembro de la organización, formando parte de la gran transformación empresarial de esta década.

Hoy en día a nivel mundial en el mundo empresarial, se habla de la productividad basada en la capacidad de entregar la milla extra, eso implica pasión por el trabajo que solo se consigue cuando la empresa logra desarrollar un clima de cariño y confianza.

La percepción del colaborador sobre lo que recibe de la empresa es la suma del salario, los beneficios adicionales, la flexibilidad en el horario que le permita un equilibrio entre el trabajo y su familia, el respeto a su vida privada, el apoyo a su desarrollo personal y espacio familiar, el reconocimiento y valoración y los incentivos a corto, mediano y largo plazo.

La vida está hecha de detalles, el mundo laboral no es la excepción, gran parte de nuestro día pasamos en el entorno de trabajo, el desarrollo de vínculos afectivos tiene impactos transversales en los resultados efectivos de la empresa, por ello se precisa que los líderes encaren la tarea de “repensar” la empresa ubicando a las personas en el centro de la organización, incluso quizás se pueda iniciar el proceso cambiando el nombre del departamento de recursos humanos por gestión del talento humano. Sigamos hablando de dinero, así aprendemos a manejarlo mejor.

Mundo

La vida está hecha de detalles, el mundo laboral no es la excepción, gran parte de nuestro día pasamos en el entorno de trabajo desarrollando vínculos.

Pasión

Hoy en día a nivel global en el mundo empresarial, se habla de la productividad basada en la capacidad de entregar la milla extra que implica pasión.

gloria@ayalaperson.com.py

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