Marco Andre Kroker Toews (30), abogado y escribano de profesión, abordó el mundo empresarial sin saber que ese desafío lo llevaría a fundar y desarrollar las dos empresas que en la actualidad encabeza. Kroker impulsó en 2007, junto a otros socios, la sociedad SKW Abogados (Schultheiss, Kroker y Wollmeister), dedicada a cobros extrajudiciales y asesoramiento jurídico para extranjeros.
Su interés laboral giró hacia los contenedores reciclados y en 2012 decidió renunciar al estudio jurídico para constituir la firma Multitainer SA, caracterizada por la venta y alquiler de contenedores marítimos y reacondicionados para usos diversos y en 2013 lanzó Standard Logistic SA, que brinda servicios metalúrgicos, de transporte y grúa.
Con espíritu emprendedor, Kroker sostiene que este cambio fue satisfactorio y a la vez una oportunidad porque hasta ahora descubrir nuevas formas, diseños y modelos para mejorar sus productos significa un aprendizaje constante para él. “El factor más importante está en cubrir las necesidades de las empresas porque los clientes necesitan una solución instantánea”, expresa el joven, quien asegura que el éxito es el resultado de un buen trabajo.
Explica que en el caso de Multitainer los contenedores pueden ser útiles no solo para depósitos o carga, sino como soluciones integrales, sean en los sectores de la construcción, importación, de la industria o para cuestiones habitacionales y comerciales.
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Relata que sus primeros pasos consistieron en ventas esporádicas de unidades de contenedores hasta que una compañía apostó a su emprendimiento y empezó a adquirir los contenedores en grandes cantidades. Este puntapié hizo que Kroker invirtiera en más recursos y herramientas para cumplir con una demanda que aumentaba.
La esencia de lo que ofrece hoy Multitainer es posible gracias a la tarea realizada por un grupo de 16 personas, que conforman la estructura de manera directa, como las áreas administrativas, taller y transporte. En forma indirecta otros 20 profesionales prestan servicios para la empresa. “Es un trabajo que requiere de tiempo completo y mucho más porque estamos creciendo y en este momento estamos ampliando poco a poco, pero con pasos seguros”, comenta.
Su empresa provee contenedores de 20 a 40 pies, sean modulares, refrigerados o secos y cuyo material es acero hermético. Los modulares son útiles para oficinas, salones de ventas o habitaciones funcionales, por su bajo costo y fácil traslado y colocación. Multitainer se encarga de ponerlos a punto, acorde a la exigencia del cliente, para la compra o alquiler. Kroker cita que las entidades financieras, desarrolladoras inmobiliarias y constructoras son las que más eligen y adquieren este innovador modelo, debido a que les resulta más rentable antes que promover una nueva construcción. Resalta que un contenedor de 20 pies reacondicionado, sea para salón de venta o una casa, cuesta G. 40.000.000 y el de 40 pies se vende a G. 50.000.000.
Los contenedores secos son ideales para cargas, transporte de equipos o materiales varios, mientras que la estructura metálica de los refrigerados es adecuada para cargas de alimentos o productos que precisen mantener un nivel de calor o frío.
Standard Logistic SA funciona en el mercado desde hace ocho meses y nació porque los gastos operativos para las entregas de contenedores eran grandes. “Importamos el primer camión grúa con carreta y hoy estamos trayendo ya el segundo para crecer en este rubro”, señala.
Kroker aconseja a quienes opten por dejar un negocio para dedicarse a otro no temer al fracaso. “En lo particular fue un enorme desafío puesto que me quedé sin un ingreso económico fijo en 2012. Sumando a eso, tenía compromisos económicos locales y extranjeros para iniciar este negocio y en ese entonces las ventas eran bajas. En 2013 esta situación se revirtió y hoy en día somos muy estables financieramente”, puntualiza.
Este crecimiento representa para Kroker un importante paso para ampliar sus conocimientos sobre el manejo de una empresa. “Está en mis planes estudiar comercio internacional o alguna maestría en administración de negocios”, subraya el empresario que atiende sus dos emprendimientos desde su oficina ubicada en Mariano Roque Alonso.
Menciona que lograr el equilibrio empresarial es parte de un proceso continuo, pero que es posible mediante el acompañamiento familiar y de un buen ambiente de trabajo. “Mi familia me apoya en todo y son accionistas en la nueva empresa, lo que me da mucha tranquilidad. Tengo menos tiempo, pero los resultados me animan a seguir. A veces nos pasamos trabajando hasta los fines de semana, cuando contamos con plazos de entregas en las obras”, explica. Agrega que siempre hay espacio para todo, inclusive para dedicarse a su hobby que es el fútbol y que para este año no da abasto con los pedidos de contenedores que registra, sobre todo para el sector comercial.
emilse.rolon@abc.com.py