Por ello, no quedan dudas de que una de las características que hace al sistema nervioso (SN) tan excepcional es su plasticidad.
Esta palabra significa flexibilidad, transformación e innovación, y puede decirse que estas cualidades son la base de la capacidad adaptativa de los vertebrados a condiciones variables tanto ambientales como fisiológicas. A las modificaciones que se pueden lograr gracias a esta capacidad se las agrupa bajo la denominación «plasticidad neural».
Estas se relacionan con la capacidad del SN de reparar lesiones y con los procesos de aprendizaje; es decir, interesan no solo para comprender qué ocurre ante lesiones de diversa etiología, sino también para entender cómo aprendemos y recordamos. En nuestro caso, es indudable que es el segundo punto el que nos compete. Es en la maravillosa conexión de las neuronas (sinapsis) y en las redes que estas conforman que encontramos las bases del aprendizaje, la memoria y la posibilidad de cambios.
En los últimos años se han desarrollado innumerables trabajos que presentan que el sistema nervioso mantiene durante toda la vida la capacidad de modificación anatómica y funcional. Si bien en los adultos la plasticidad cerebral es menor comparada con la de los niños, los cambios plásticos ocurren a cualquier edad. La buena noticia es que podemos aprender a lo largo de toda nuestra vida.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Neuroplasticidad
Nuestros aprendizajes, las experiencias que hayamos vivido, recuerdos, relatos de historias de otras personas, deseos, aspiraciones, miedos, valores, conocimientos, capacidades, creencias, etc., nos hacen a cada persona irrepetible, única. Nuestra memoria y todo lo guardado en ella se encuentra esculpida en inmensas redes de conexiones neuronales.
Redes neuronales
Todo lo que representamos como personas: nuestros recuerdos, anhelos, miedos, valores, conocimientos y capacidades están esculpidos en una inmensa telaraña formada por la asombrosa cantidad de cien mil millones de células cerebrales, denominadas neuronas. A su vez, cada una de ellas tiene la capacidad de conectarse con hasta otras diez mil de sus compañeras, construyendo así un total de mil billones de posibles conexiones neurales. Cada uno de estos lugares de encuentro en el que se conectan dos neuronas es conocido con el nombre de sinapsis (descubierta por el fisiólogo de Oxford Sir Charles Sherrington, a principios del siglo XX).
Fuente: PURVES, D. (2001) Invitación a la neurociencia. Editorial médica panamericana.
