El reto de la gestión educativa (20)

Este artículo tiene 3 años de antigüedad
Faces MGP (Modelo de Gestión Pedagógica)
Faces MGP (Modelo de Gestión Pedagógica)ABC Color

En este encuentro analizaremos las otras fases del modelo de Gestión Pedagógica (MGP).

MGP Fase 2. Planear

Una vez finalizado el diagnóstico se verifica, nuevamente, el problema y se ajusta, en caso de ser necesario, para que, con base en este, se inicie la planificación del modelo que comienza con la verificación de la legislación aplicable, los requerimientos del MEP y el propio diagnóstico.

Esta etapa del MGP tiene como objetivo principal determinar y clarificar hasta dónde quiere llegar el centro educativo; definir, paso a paso, las diferentes etapas o estrategias que deben realizarse para la implementación del rol seleccionado.

El centro educativo debe definir su razón de ser; es decir, su misión, visión y rol institucional, que serán la base para la definición de los objetivos estratégicos y operativos, de lo contrario los planes de acción no tendrán coherencia entre sí o no se integrarán dirigiendo al centro educativo a un resquebrajamiento.

Es necesario establecer las metas de los objetivos, así como los indicadores que son necesarios para verificar su cumplimiento.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Es importante recalcar que estos indicadores son de gestión. El error común es plantear indicadores operativos, y en demasía, pues se debe pensar solo en los necesarios y claves para la toma de decisiones. Deben plantearse adecuada, clara y oportunamente, reduciendo, así, el riesgo o el oportunismo.

MGP Fase 3. Implementar

Se pone en marcha todo lo planeado, verificando, a cada paso, su realización, de acuerdos con los indicadores y la información que se va recibiendo al ejecutar cada actividad, con el fin de analizar y verificar el cumplimiento de los objetivos y la posibilidad de logro. En caso contrario, se deben tomar las acciones correctivas.

En esta fase, la comunicación es de vital importancia para reducir la resistencia al cambio y facilitar el proceso de implementación, así como para obtener la realimentación adecuada y oportuna, para llevar a cabo los ajustes durante la marcha.

El entrenamiento o capacitación proporcionará a los integrantes las destrezas, las habilidades y los conocimientos adecuados para realizar las nuevas actividades; asimismo, permitirá establecer los nuevos métodos de trabajo y la organización del centro, y explicar los controles operativos: cuáles son, cuál es su uso y el porqué de su importancia.

MGP Fases 4 y 5. Verificar y Ajustar

Estas fases están totalmente ligadas entre sí y con la fase 3, ya que no se debe dar tiempo para realizar los ajustes; la verificación contra los parámetros establecidos y las metas propuestas requieren de ajustes prontos y solícitos, con el fin de reducir el riesgo de fracaso del MGP.

Si se encuentran diferencias entre lo planificado y lo ejecutado, no solo se deben dar ajustes, sino que, también, es necesario analizar la causa de tal brecha y constituir acciones correctivas que la minimicen o eliminen, así como plantear las acciones preventivas para que la situación no se repita en el futuro.

Sin embargo, se establece que, al menos una vez al año, se lleve a cabo una revisión total del modelo por parte de la dirección del centro educativo, para que se realicen todos los ajustes estratégicos necesarios y no solo los operativos.

Finalizado este ciclo, se inicia de nuevo, de tal manera que permita al centro educativo generar una cultura de mejoramiento continuo y de adaptación a las necesidades de la sociedad dinámica en la que se encuentra inmerso.

Por tanto, el MGP se integra de las siguientes fases: diagnóstico, planificación, implementación, verificación y ajuste. Estas corresponden al ciclo de mejoramiento continuo.

Debe recordarse que el diagnóstico es una actividad constante, con el fin de tener la información necesaria para prever el cambio o ajustarse a él lo más pronto posible y, así, que el centro educativo sea realmente una organización actualizada.

Fuentes: GAIRIN, J y RODRÍGUEZ GÓMEZ, D. (2015). Innovación, aprendizaje y gestión del conocimiento en las instituciones educativas. Revista Educación 2015. Nº46 (73-90). Gil, J (1992). BAZARRA, L y CASANOVA, O. (2013). Directivos de Escuelas Inteligentes. ¿Qué perfil y habilidades exige el futuro? Madrid: SM. CUENCA, R. y PONT, B. (2016). Liderazgo escolar. Inversión clave para la mejora educativa. Madrid: Fundación Santillana.