El objetivo principal es ayudarse mutuamente para encontrar soluciones prácticas y efectivas, fortaleciendo al mismo tiempo la comunidad educativa y promoviendo un ambiente de colaboración y aprendizaje entre colegas.
Algunos beneficios de este trabajo colaborativo
- Mejora las herramientas y estrategias para manejar conductas problemáticas en el aula.
- Fomenta el desarrollo profesional continuo, ya que permite que los docentes aprenden nuevas formas de responder a ciertos desafíos.
- Fomenta un sentido de comunidad entre los docentes al compartir experiencias y aprender de los demás.
- Aprender de los errores, en lugar de ver los errores como un fracaso.
Para implementar este enfoque existen una serie de pasos que los docentes deben seguir
1. Establecer normas de confidencialidad y respeto: como evitar la crítica negativa, respetar las opiniones de los demás, mantener la confidencialidad de lo discutido.
2. Designar un facilitador: así como en las reuniones de clase, para que la discusión se mantenga en el problema específico y no se desvíe y en todo momento se mantenga el respeto.
3. Enfocarse en problemas específicos: esto garantiza que la discusión esté enfocada y sea más efectiva, permitiendo que las soluciones sean más aplicables y precisas.
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4. Presentar el problema específico: el problema debe ser explicado de manera clara y concisa, centrándose en hechos actuales (presente) y las soluciones, evitando dar detalles sobre el historial (pasado). Luego, los demás pueden real izar preguntas para entender mejor el problema.
Ejemplo de preguntas: «¿Has notado si el problema ocurre más en una parte específica de la lección?» o «¿Qué cambios has hecho previamente y qué efectos tuvieron?».
5. Escuchar sugerencias de todos: los docentes participan de una lluvia de ideas y proponen una variedad de enfoques para la solución del problema.
Ejemplos de sugerencias: «Podrías probar iniciar la lección con una pregunta desafiante para captar su atención» o «¿Qué tal si usas una tabla de recompensas para fomentar la concentración?».
6. Debate y selección de estrategias: el grupo puede debatir sobre las sugerencias y ayudar al docente que planteó el problema a seleccionar las estrategias que considere más convenientes.
7. Plan de acción: luego de elegir una o dos estrategias a probar se crea un plan de acción. Cuándo, durante cuánto tiempo y cómo se aplicarán las soluciones elegidas.
8. Revisión y seguimiento: se acuerda la fecha de una reunión para dar seguimiento al problema y los resultados de las soluciones implementadas. Por ejemplo, una vez al mes.
Fuentes: NELSEN, J, LOTT, L.; GLENN, S. (2015). Disciplina positiva en el salón de clase. Desarrollar el respeto mutuo, la cooperación y responsabilidad en su salón de clases. (1.ª ed.)
LASALA, T; MCVITTIE J; SMITHA, S; (2013). Disciplina positiva en la escuela y salón de clase Guía del maestro. Actividades para estudiantes.

