Por un mundo mejor

Los valores cooperativos de solidaridad, responsabilidad, igualdad, equidad, honestidad y democracia guían el trabajo de las cooperativas hacia el bienestar de sus comunidades.

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A lo largo de este año hemos aprendido sobre las empresas cooperativas. Las mismas constituyen organizaciones económicas y sociales, dinámicas y adaptables a las diversas actividades de producción, prestación de servicios, comercialización, creadas y dirigidas por sus asociados.

Hemos visto aspectos acerca de cómo crear y organizar las cooperativas y la forma de llevar adelante sus actividades. Conocimos sobre temas de dirección y control, con el fin de que las organizaciones sean eficientes, bien organizadas, perduren en el tiempo y sean de utilidad en el mejoramiento de las condiciones económicas de los asociados.

También hemos visto ejemplos de cooperativas exitosas en diversas partes del mundo. Casos en los que el éxito no estaba determinado por un gran volumen de actividad comercial o grandes ventas, sino en el hecho de que las organizaciones cooperativas sirvieron para hacer que las comunidades en las que se crearon logren una mayor sostenibilidad económica y el progreso de sus habitantes.

Hemos estudiado las cooperativas de trabajadores, mujeres, indígenas, productores, servicios a la comunidad y grupos de la tercera edad. Ejemplos que nos sirvieron para ver que la organización y el trabajo en cooperativas, pequeñas o grandes, son una excelente herramienta de desarrollo.

En palabras de Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas: «las cooperativas han demostrado ser un modelo empresarial versátil y viable, que puede prosperar incluso en épocas difíciles. Sus éxitos han contribuido a impedir que muchas familias y comunidades caigan en la pobreza».

En nuestro país también tenemos varios ejemplos de cooperativas exitosas tanto del campo como de la ciudad, que contribuyen de manera importante en el mejoramiento de las condiciones de vida de los asociados.

Estas empresas sirven para construir un mundo mejor y, en tal sentido, hace falta un entorno propicio para que crezcan como organizaciones, que parten desde las posibilidades de sus organizadores y se desarrollen impulsando el crecimiento de los mismos. Por ello es importante el estímulo y la promoción de las cooperativas a través de políticas de Estado adecuadas.

El Paraguay tiene mucho por crecer aún, y las cooperativas son un modelo de organización empresarial que puede seguir siendo utilizado para acompañar el crecimiento de las familias, trabajadores, agricultores, artesanos y microempresarios.

¡Felices vacaciones!, ¡a disfrutar de la familia!

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