Aunque su apego hacia las instantáneas plasmadas en papel era tangible, se inclinó primero, empujado por su familia, hacia la carrera de Kinesiología y Fisioterapia, profesión que ejerció durante algunos años.
Un día alguien le dijo: “¿No te das cuenta de que siempre estás con una cámara en las manos?” y, según recuerda, ese fue el momento en que decidió culminar con su etapa de kinesiólogo y entregarse por completo a su verdadera vocación.
Si bien en su juventud realizó un curso básico de artes visuales, sus conocimientos sobre fotografía eran empíricos. Decidió capacitarse y su talento afloró en Motivarte, una escuela bonaerense de fotografía.
En sus retratos, la belleza, realidad y tendencias son el hilo conductor de excéntricas escenas de la industria de la moda. Hoy, además de contagiar sus ideas y conceptos en la Escuela Motivarte —donde se desempeña como docente y fotógrafo de moda y publicidad—, realiza producciones para importantes marcas argentinas e internacionales.
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¿Cuándo se inició tu incursión en el arte visual?
A los 37 años; me llevó tiempo decidir. Me limité a estudiar una carrera tradicional que no me hacía feliz. Recuerdo un día, en el consultorio en el que trabajé, llegó un paciente y me negué a realizarle el tratamiento fisioterapéutico. Mi jefe se acercó y me dijo: “Mirá, Gonzalo. Vas a tener que replantearte este trabajo que no te gusta”. Renuncié, emprendí viaje y disfruté de un año sabático. Aunque mis inicios se remontan a un tiempo próximo, mi conexión con la cámara fotográfica se inició cuando era muy joven. Retrataba a mi familia, mis amistades.
¿Fanático de las cámaras analógicas o te inclinás hacia la era digital?
Digital 100 %. Cuando inicié la carrera de fotógrafo profesional, descubrí la historia de la fotografía y disfruté de un período analógico. Pero la tecnología es lo que permite aggiornarse y estar en la cresta de la ola.
¿Cómo financiaste tus primeros cartuchos?
Supervisé obras de construcción para un estudio de arquitectos australianos establecido en Buenos Aires. Con mi sueldo cubrí los presupuestos de mis insumos, que no eran nada económicos y más aún en la Argentina, donde la exportación es hermética.
¿Qué te llamó la atención de la moda?
Siempre me gustó. Me impactan los diseñadores emergentes; los considero bocanadas de aire fresco. Para mis producciones, siempre busco nuevas propuestas, ya que son el percutor de mi inspiración.
¿Cómo se dio tu promoción hacia las marcas y revistas más prestigiosas del mundo?
Ingresar y ascender en este medio es complicado, pero en la búsqueda de una imagen que me acerque al objetivo tuve la ventura de contactar mediante Facebook con el diseñador Fernando More, quien se encontraba egresando de la Escuela de Diseño de la Universidad de Buenos Aires. Me sedujo la estética de sus creaciones y realizamos juntos una producción para la revista online Reflex Mag, caracterizada por sus retratos de moda. Fue mi primer trabajo, con el que obtuve, además, mi primera tapa.
¿Cómo definís tu trabajo?
Aunque en muchas ocasiones estamos sometidos a las exigencias impuestas, debemos ser capaces de interpretar qué desea transmitir el cliente. Particularmente, me gusta trabajar con editoriales; son la vidriera en la cual expongo mi cualidad y calidad fotográfica. Pero, por sobre todo, busco que mis clientes se sientan satisfechos.
¿Con qué obstáculos lidiás al momento de enfocar la lente?
En este ámbito es habitual batallar contra el ego mal ubicado de personas que, por ser bellas, creen que todos deberíamos estar a sus pies. Me disgusta también que las agencias de modelaje no se ocupen de brindar preparación a sus chicos; los exponen sin previo entrenamiento.
¿Qué buscás transmitir con tus tomas?
Por sobre todo, mi sello personal. La moda no siempre está relacionada al lujo, y muchos productores se basan en otras temáticas para contar una historia. El modelo debe comprender y asimilar que su idiosincrasia es lo que lo posicionará como profesional; mientras más sinceros sean al momento de fotografiar, mejor. Habitualmente, antes de iniciar una producción, me siento a tomar un café y charlar con ellos; los estudio. Convencido, observo las texturas y el predominio de colores de las prendas, para finalizar con las pruebas de luces y dar inicio. Una de las cualidades del artista es descubrir qué, cómo, cuándo y dónde captar. El momento y lugar correctos.
¿Cuál es el próximo proyecto?
Me encuentro planificando un libro. La idea es poder plasmar en sus páginas mis producciones de moda.
Consagrado como un valioso referente de la fotografía y la moda, sus instantáneas, plasmadas de creatividad, son admiradas y reconocidas en importantes editoriales como Vogue Latinoamérica, Lash Magazine París, Regia Argentina y otras.
Gonzalo “Pepe” Sillero
Arribó al país para dirigir un encuentro sobre fotografía y moda; un workshop ideado por La Obra Fotógrafos. Adiestrado en la Escuela Motivarte, en Buenos Aires, Argentina, donde hoy es un inminente docente, consagra su carrera en el ámbito de la moda y la publicidad.
LA OBRA
Fundado hace cuatro años bajo la dirección académica de Raúl Villalba, La Obra Fotógrafos brinda una formación profesional y constante a jóvenes y adultos que deseen incursionar en la fotografía.
Con ese fin, en agosto pasado, desarrolló el workshop Fotografía de Moda, en el cual se dictaron clases teóricas y prácticas. Durante el taller, los alumnos realizaron actividades relacionadas al área, como una producción de moda inspirada en el anuncio de la marca Calvin Klein de los años 80, realizado por uno de los mejores fotógrafos de moda, Bruce Weber. Entre los asistentes al curso, además de profesionales de la fotografía, se encontraban modelos, maquilladores y estilistas, así como productores de moda.
dbattilana@abc.com.py
