El Dr. Carlos Frutos Porro, presidente de la Sociedad Paraguaya de Ortopedia y Traumatología, indica que la etiología de la condromalacia “es debida a un desbalance de la musculatura del muslo que produce una sobrecarga de la articulación o debido a algún problema estructural de la rodilla, como desviaciones del eje, por dar un ejemplo”.
Señala el traumatólogo que “el diagnóstico es eminentemente clínico, cuando hay dolor en la articulación patelo-femoral, sobre todo del lado externo, y que se intensifica al presionar la rótula”.
Afirma que “los exámenes auxiliares ayudan a confirmar el diagnóstico y buscar la etiología, se considera suficientes unas radiografías de la rodilla para determinar el eje del miembro y, sobre todo, la posición de la rótula en relación al fémur. Puede ser necesaria a veces una resonancia magnética nuclear si el paciente no mejora”.
La forma de prevenirla es “mantener un balance correcto de la musculatura del muslo y, por supuesto, corregir cuando sea necesario las alteraciones del eje”, refiere el doctor.
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Fisioterapia y kinesiología
Afirma el Dr. Frutos que “en la fase aguda se aconseja el consumo de antiinflamatorio, puede iniciarse con un tratamiento fisioterapéutico, seguido de un plan de kinesioterapia que se orienta, sobre todo, a mantener fortalecida la musculatura del cuádriceps del muslo y tener bien alargados los músculos de la cara posterior (isquitibiales).
“En raras ocasiones es necesaria una liberación quirúrgica de la hiperpresión patelar, y esto puede realizarse vía artroscópica”.