"Era importante reírnos de la profesión y reírnos de nosotros mismos", afirmó en rueda de prensa esta pareja de directores treintañeros, protagonistas de su película, en la Selección Oficial del certamen romano, y novios en la vida real.
Cabral y Estrada, formados en la Escuela de Cine de Cuba, se habituaron a contestar una y otra vez a la misma pregunta: "¿Cómo es trabajar en pareja?".
Pero, al contrario de lo que les ocurría otras veces en las que ya tenían aprendida la respuesta, en dicho caso contestaban en cada ocasión de una manera diferente, dependiendo de su estado de ánimo o de si habían discutido recientemente.
"Muchas veces pensábamos que nosotros éramos una película más interesante que lo que estábamos filmando", añadió Estrada. Así que crearon "Una película sobre parejas" y la protagonizaron, acompañados de su pequeña hija Lia.
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A pesar del título, la cinta dominicana ahonda sobre todo en algunos clichés del mundo del cine.
"Tuvimos muy claro que tenía que tener comedia. No podía ser algo serio, teníamos que reírnos de todo, también de la idea que se tiene del cineasta de autor, que debe tener la respuesta a todas las preguntas", explicó Cabral.
Sin embargo, veían la realidad muy alejada de ese estereotipo, y la película plasma los miedos y las carencias de los artistas, que van desde la confianza inicial hasta el público o el dinero para financiar los proyectos.
Un trance por el que también pasó la pareja, que decidió aventurarse con un sello propio, Faula Films.
"En Dominicana nadie quería producirnos. Al inicio fue raro porque cuando estudias, el mundo de la producción está en la otra esquina. Pero creo que es mejor que un director sepa producir y producirse porque entonces tomas decisiones creativas más rápido, que te pueden ayudar incluso en el proceso de dirección", sostuvo Cabral.
"Una película sobre parejas", estrenada en el Festival de Biarritz de cine latinoaméricano, también pone frente al espejo a los periodistas y críticos de cine, y Estrada incluso bromeó sobre la ausencia de la obra en algunas citas.
"Quieres entrar a Cannes y no te aceptan y te preguntas '¿será que no les gustó ese momento en el que nos reímos de ellos?'. A lo mejor nos pasamos, pero nos quedamos a gusto", valoró.
Y señaló también, entre risas, momentos de "autocensura", en los que pensaron: "Esto es demasiado y después no nos van a dar dinero".
Sin querer clasificarse en un género concreto, con "elementos de ficción en los documentales y elementos documentales en la ficción", Cabral y Estrada llevaron a la Fiesta de Roma "un tema que en el cine y en el arte en general no se toca tanto de una manera autorreferencial, y uno que vive en ese mundo lo ve constantemente", el ego.
"El ego es algo que impide a mucha gente ser feliz. Queríamos tratar ese tema y qué mejor que ponernos a nosotros mismos ahí", concluyó Estrada.
