"Monica es una mujer que perdona, una heroína moderna que consigue rendir cuentas con los traumas y las heridas de su pasado", resumió en la rueda de prensa su director, acogido con aplausos.
La cinta, protagonizada por la actriz estadounidense Trace Lysette, es la segunda parte de una trilogía sobre el abandono y el rechazo que Pallaoro inició con "Hannah" (2017), que supuso la Copa Volpi a mejor actriz a Charlotte Rampling en el certamen veneciano.
Rodada en un formato cuadrado para priorizar el personaje sobre el contexto, se trata de un retrato íntimo de una mujer transexual de Estados Unidos que regresa a la casa que la rechazó para cuidar ahora de su madre enferma, interpretada por Patricia Clarkson.
Su llegada al que en un momento fue su hogar y el reencuentro con sus familiares, también heridos por sus propias circunstancias, la empuja a emprender un camino por su propio dolor y temores.
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Y es que, mientras Hannah, la protagonista de la primera parte de esta trilogía, sufría un colapso psicológico, Monica sigue un proceso inverso, creciendo hasta ser capaz de perdonar, sacudirse las afrentas del pasado y recosiendo sus propias desilusiones.
"Está claro que yo mismo estoy dentro de estos personajes", sostuvo el realizador de la película, que cuenta entre su reparto con la mexicana Adriana Barraza.
Trace Lysette recibió el guión en diciembre de 2016 en seguida le pareció "hermoso" porque sitúa en el centro de la trama a un personaje transexual y explora sentimientos que ella misma vivió.
"Es raro encontrar un guión centrado en un personaje trans. En la película todo se ve desde su lente, es su mundo (...) Normalmente los personajes transexales son un vehículo para contar la historia de otro y este es para contar la suya", agradeció.
