Sobreviviendo a la Tierra

Will y Jaden Smith protagonizan una película que no innova, pero que genera tensión y está lo bastante bien hecha para merecer un vistazo en el cine.

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En “Después de la Tierra”, el director M. Night Shyamalan ha hecho su película más “convencional” hasta la fecha, al menos desde que saltó a la fama en 1999 con la inolvidable “Sexto Sentido”. La historia que cuenta es el clásico relato de un padre y un hijo con problemas de relacionamiento –nada novedoso ni especialmente inspirado–, aunque llevado al extremo y vestido con un ropaje futurista y postapocalíptico, y por momentos el realizador pierde un poco de esa identidad tan característica que hace de todos sus films, buenos o malos, algo único.

Sin embargo, de alguna forma el realizador guía a un robótico Will Smith y a un Jaden Smith que aún debe terminar de refinar sus dotes actorales –aunque sigue mostrando mucho potencial–, y a la historia que protagonizan, a un resultado que no es precisamente excelente, pero que quizá al menos sirva para hacer dudar a quienes opinaban que Shyamalan estaba muerto profesionalmente.

La película se desarrolla en un futuro en que la Tierra se volvió inhabitable para los humanos, quienes la abandonaron 1.000 años atrás para colonizar otros mundos. Durante esa colonización, el general Cypher Raige (Will Smith) se volvió una leyenda militar. Durante un viaje espacial con su hijo Kitai (Jaden Smith), su nave sufre un accidente y cae a la Tierra. Sólo ellos dos sobreviven, y Cypher no se puede mover, por lo que queda en manos de Kitai el encontrar un artefacto de la nave que les permitirá pedir ayuda.

Antes que nada, algunos antecedentes: a principios de la década pasada, M. Night Shyamalan llegó a ser considerado “el próximo Spielberg” luego de éxitos como “Sexto Sentido” y las excelentes “El Protegido” (2000) y “Señales” (2002). Sin embargo, su siguiente film, “La Aldea” (2004), fue vapuleado por la crítica, ante lo cual literalmente hizo que un monstruo se comiera a un crítico de cine en su siguiente película, “La Dama en el Agua” (2006), un fracaso de crítica y taquilla. No le fue mejor con la sangrienta “El Fin de los Tiempos” (2008) y con la muy mal lograda –aunque comercialmente exitosa– superproducción de fantasía “El Último Maestro del Aire” (2010). Su nombre pasó a estar asociado con un ego fuera de control, y casi ni se mencionó en el márketing de “Después de la Tierra”.

Y sin embargo, la película es, al menos en su mayor parte, indudablemente de Shyamalan. Este es un director que, a pesar de todos sus supuestos defectos, definitivamente sabe lo que hace, un “cineasta nato” como lo llamara el legendario crítico de cine Roger Ebert… o al menos lo es cuando no está jugando a ser James Cameron.

Cuando llega el momento para una de las escenas de acción y aventuras del filme, sean vuelos por los aires o peleas con monstruos enormes, parece que la película entra en piloto automático, y se convierte en una versión descolorida de “Avatar”; es impersonal, repetido, y en ninguna forma ayudado por efectos especiales que podrían ser mejores.

Sin embargo, en las escenas menos aparatosas, cuando se trata de establecer, mantener o intensificar tensión, o saber cuándo decrecer el ritmo y dar a los personajes –y al público– un momento de calma e introspección, Shyamalan demuestra siempre destreza.

El hombre sabe cómo encuadrar una toma, qué duración darle a cada cuadro, qué ángulos usar; la escena del accidente de la nave y su subsecuente caída a la Tierra, y los momentos que inmediatamente le siguen están excelentemente armados y ejecutados, y aún cuando no hay nada de acción y los personajes simplemente están conversando o reflexionando sobre su situación, el peligro siempre es palpable; en atmósfera, Shyamalan se mantiene en forma.

Esta es, sin embargo, una de esas películas cuyo final uno ya puede deducir desde el principio, aunque Shyamalan se las ingenia para ponerle un dejo de incertidumbre al film con Cypher y su situación. Más allá de eso, los primeros 10 o 15 minutos del film –básicamente todo antes del accidente- son más que suficientes para que el espectador atento pueda predecir cómo acabará la película.

Will Smith se ve relegado al papel del duro y emocionalmente reprimido Cypher –uno más en la larga lista de personajes emocionalmente reprimidos de la filmografía de Shyamalan–, hablando monótonamente y casi exclusivamente en jerga militar, aunque el actor logra que el personaje funcione, dejando entrever pequeñas demostraciones de emoción aquí y allá; aunque para nada original, la sub-trama sobre una tragedia pasada en la vida de Cypher y Kitai ayuda a dar una profundidad mayor a ambos.

En cuanto a Jaden, tiene sus altas y sus bajas. Se le da bastante bien comunicar emociones y sentimientos sin usar palabras, y una escena suya involucrando jeringas y un parásito es uno de los momentos de mayor tensión del film. Sin embargo, todavía no logra hacer convincentes sus diálogos más emocionales. Todavía le falta pulir un poco el talento que obviamente tiene.

Visualmente la película no es nada de otro mundo, con bellas locaciones y un trabajo de fotografía que es efectivo a la hora de dar una sutil cualidad de mundo extraterrestre a la Tierra, aunque, como dije, los efectos especiales en las criaturas que se encuentra Kitai no están del todo bien logrados.

Con todo, me parece un film recomendable para un par de horas de cine. Las historias de supervivencia nunca pasan de moda, y ésta en particular está bastante bien presentada, a pesar de no ser precisamente original ni guardar sorpresas para el espectador.

Se supone que Will Smith ideó esta película originalmente como una historia de supervivencia contemporánea, sobre un padre y un hijo perdidos en un bosque luego de un accidente de automóvil. Aunque hubiera sido menos vistoso, probablemente un film así hubiera aprovechado mejor las fortalezas de Shyamalan, cuyas mejores películas no tenían mucho de aparatoso.

Si tuviera que comparar la película con el resto de la filmografía de Shyamalan, me parece que está al nivel de “La Aldea”, otra película que, como esta, demostraba el gran dominio del director sobre la atmósfera y la tensión, aunque se veía perjudicada por un guión poco inspirado. Quizá con su próxima película pueda volver al gran nivel de sus tres films anteriores a ese.

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DESPUÉS DE LA TIERRA (After Earth)

Dirigida por M. Night Shyamalan

Escrita por M. Night Shyamalan y Gary Whitta

Producida por Will Smith, James Lassiter, Jada Pinkett Smith y Caleeb Pinkett

Edición por Steven Rosenblum

Dirección de fotografía por Peter Suschitzky

Banda sonora compuesta por James Newton Howard

Elenco: Jaden Smith, Will Smith, Zoë Kravitz, Sophie Okonedo, Glenn Morshower, Kristofer Hivju, Sacha Dhawan y Chris Geere

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