El doctor Craig Harvey, jefe investigador forense, señaló a medios estadounidenses no haber encontrado rastro de cáncer u otra enfermedad seria en el cuerpo de Scott al hacer la autopsia.
En su organismo sí había antidepresivos y somníferos. A raíz de estos resultados médicos, queda abierto el interrogante sobre el motivo que llevó al cineasta, hermano del también director de cine Ridley Scott, a quitarse la vida.
A las pocas horas de la muerte, varios medios estadounidenses informaron que Scott padecía un cáncer terminal. Esta versión no fue confirmada por la familia, que se limitó a guardar silencio sin dar otra explicación oficial.
