La propiedad de 38.3777 metros cuadrados, que está totalmente amurallada, está inscripta a nombre de un ciudadano alemán de nombre Dieter Seifert, quien adquirió el inmueble en el año 1972.
La invasión fue propiciada por unas 90 familias que serían vecinas del lugar, tras el fallecimiento de Dieter Seifert, alegando supuestamente no tenía familiares en el país. Sin embargo, desconocían que la hermana, Érika Seifert, había iniciado un juicio sucesorio sobre los bienes.
La mujer al enterarse de la invasión, la denunció ante el Ministerio Público para el cese del hecho punible que finalmente se concretó este miércoles.
Los intervinientes constataron varias viviendas precarias, sin ocupantes, ya que los invasores huyeron al percatarse de la llegada de la comitiva fiscal-policial. En medio del procedimiento, apareció en el lugar un hombre con intenciones de retirar sus pertenencias, pero terminó demorado al negarse a proporcionar su identidad.
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Por otro lado, el abogado Adrián Espínola, representante de los supuestos invasores, se presentó para reclamar que no fueron notificados.
Al respecto, la fiscala dijo que el operativo se ejecuta conforme a derecho tras acceder todos los informes que comprueban que el inmueble es titulado y con los impuestos al día. “Lastimosamente mucha gente se aprovecha de este tipo de situaciones que evidentemente es ilegal y detrás de esto se van cometiendo muchos otros delitos”, lamentó la fiscala.