Según el acta de imputación, los abusos presumiblemente comenzaron cuando la víctima tenía seis años hasta los 17 años cuando decidió confesar el hecho.
Como la adolescente atravesaba por un momento complicado, sin poder dormir bien y sin ganas de alimentarse ni de quedarse en la casa, fue llevada por su madre hasta una clínica para ser atendida por una profesional psicóloga.
En la entrevista con la sicóloga la adolescente reveló detalladamente los abusos sufridos, que se repitieron en reiteradas ocasiones y en diferentes circunstancias, principalmente cuando la madre salía de la casa para realizar compras.
El ahora imputado supuestamente presionaba psicológicamente a su hija para ocultar el hecho. Incluso habría inventado que la madre presuntamente estaba embarazada y que, si llegaba a enterarse de los abusos, podría fallecer al igual que el bebé en gestación.
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La fiscala Martínez solicitó al juzgado penal de Garantías la prisión preventiva del procesado que está recluido en sede policial.