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Docentes de la institución educativa se percataron este martes que la ventana de la sala de laboratorio fue violentada, por lo que fueron a verificar y se encontraron que varios elementos habían desaparecido. A primera vista reportaron que los delincuentes se llevaron las tomas eléctricas, cables e insumos para los trabajos de los alumnos.
Deisi Ayala, secretaria general del colegio, indicó que esta es la sexta vez que son “visitados” por rateros que aparentemente serían adolescentes adictos a algún tipo de sustancia. Estos ingresan al local aprovechando que solo cuenta con un guardia de seguridad durante medio día, ya que no poseen recursos para costear ese servicio a tiempo completo.
El barrio Pablo Rojas se ha convertido en una zona insegura, teniendo en cuenta que frecuentemente se reportan denuncias de hurtos y asaltos.