La final enfrentaba al campeón con la nueva sensación del ajedrez ruso, Vladislav Artemiev, que había eliminado en una dramática semifinal a otro miembro de la nueva generación de Grandes Maestros, el iraní Alireza Firouzja, que juega bajo bandera francesa por desacuerdos con la Federación de su país.
Para el número uno mundial era la quinta final del circuito. Para el ruso, de 23 años, número 39 del mundo en ajedrez clásico, la segunda. El choque se presentaba desigual en teoría, pero el "nuevo Kárpov", dotado de un exquisito sentido posicional que recuerda al del excampeón mundial Anatoly, había exhibido su gran talento en las rondas precedentes y nada se podía dar por descontado.
El primero de los dos encuentro a 4 partidas, se había resuelto el sábado a favor del noruego (2,5 a 1,5), que sólo perdió un juego -el tercero- en lo que parecía "mouse slip" (fallo en el manejo del ratón) que le costó un peón y la partida, pero él mismo reconoció después que había sido simplemente un error.
Carlsen no sufrió el sábado y tampoco lo hizo el domingo. El segundo "match" comenzó con una nueva victoria del campeón, que en una posición de aparente igualdad aprovechó, con blancas, los apremios de tiempo de Artemiev para presionarlo lentamente hasta crear graves debilidades irreparables.
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El ruso logró una buena posición a la salida de la apertura de la segunda, pero el noruego, obligado a defenderse con las piezas negras, se mantuvo muy concentrado y jugó muy preciso para conjurar todas las amenazas, de forma que se alcanzó el empate en 49 jugadas.
Artemiev necesitaba ganar con negras la tercera para escapar a la derrota final, una empresa muy complicada frente a un campeón mundial en forma que no dejó a su rival el menor atisbo de esperanza.
En la variante Najdorf de la Siciliana, Carlsen salió de la apertura en posición ganadora, con la pequeña calidad de la pareja de alfiles y un peón de más y pasado. A partir de ahí, para el noruego fue una tarea muy fácil liquidar la contienda con una nueva victoria y un marcador de 2,5 a 0,5, sin necesidad de jugar la última partida.
La tercera plaza en el torneo fue directamente, sin jugar, para el armenio Levon Aronian, ya que su rival, el iraní Alireza Firouzja, no se presentó por enfermedad.
El Meltwater Champions Tour concluirá con la gran final, en la que los diez mejores del circuito se enfrentarán del 25 de septiembre al 4 de octubre, con una bolsa de 300.000 dólares.
