Convocado nuevamente al torneo continental, Scheffer recordó la importancia de reconocer la grandeza de cualquier logro.
Scheffer fue una de las figuras que dio brillo a los Juegos de Lima 2019. Y hoy, a exactos 100 días del 20 de octubre, primer día de la edición de Santiago 2023, así va su vida.
"Cuídate de las cosas por las que no eres agradecido. Ellas suelen durar poco", señaló hace poco en las redes sociales tras ver su nombre en la lista de convocados a Santiago.
"Tenemos la tendencia a acostumbrarnos cuando las cosas van bien, pero no siempre es así. Festeja las pequeñas victorias. Ellas van a llevarte hasta las mayores", recalcó.
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Tras brillar en Lima cuatro años atrás, el joven especializado en nado libre obtuvo el bronce en los Olímpicos de Tokio 2020, el mismo que alcanzó un año después en el Mundial de Abu Dhabi.
Aunque el año pasado no le fue bien en los 200 metros libre del Mundial de Budapest, donde terminó noveno, sobresalió con el equipo de relevos que rompió el récord sudamericano dos veces -en las eliminatorias y en la final- hasta alcanzar un tiempo de 7:04.69. con el que obtuvo el cuarto lugar en piscina larga, una marca histórica para Brasil.
Como si el destino lo hubiera querido embarcar en su profesión desde antes de nacer, este nadador nació en Canoas, un municipio de la zona metropolitana de Porto Alegre, al sur de Brasil.
Amante del agua desde pequeño cuando nadaba en la piscina de su abuelo y quien desde los siete años intentaba ganarle a su hermano en las brazadas, este brasileño todavía mantiene el espíritu competitivo de entonces y es conocido por su esfuerzo y perseverancia.
Y es que Scheffer ama lo que hace, tiene claro que nada porque le gusta y nunca ha participado en un torneo por obligación, pues “hay que gozárselo”, ya que sólo así se consigue transformar la tensión en levedad durante las competiciones, como explicó al periódico Folha de Sao Paulo en 2021 tras subir al podio en Tokio.
En estos días, el brasileño participa en el Mundial de Fukuoka 2023 donde espera levantar nuevamente la bandera de su amado Brasil y quizá batir un nuevo récord en el podio.
El brasileño sabe que el torneo en Japón es otro paso más en un camino en el que siempre habrá la posibilidad de crecer y servir de inspiración a otros que apenas están empezando.