La pasión por las croquetas salta fronteras de la mano de emprendedores españoles

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Madrid, 16 ene (EFE).- La croqueta, manjar que se prepara en casas, bares, tabernas y restaurantes de toda España, salta fronteras y se abre camino en todo el mundo de la mano de españoles que triunfan dando a conocer la croqueta “de toda la vida” desde Londres a Melbourne.

En el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra este jueves, todo el mundo puede rendirle homenaje gracias a emprendedores que se han lanzado a comercializar croquetas hechas a la manera española: con bechamel, sin queso y sin patata.

“Es increíble, hay una verdadera locura por las croquetas”, dice desde Wimbledon (Londres) Aixa Fernández Ortiz, que empezó “haciéndole croquetas a un amigo, luego a otro, hasta que empezaron a llamar amigos de amigos y ahí comprendí que aquí había negocio”.

Consultora informática en Londres, abandonó su trabajo para vender croquetas, empanadas y tortillas de patata en mercados de productores. Ahora se prepara para dar el salto y enviar sus croquetas por todo Reino Unido bajo su propia marca 'Culynart'.

Vende entre 500 y 700 croquetas a la semana elaboradas de manera totalmente artesanal y se ha hecho con una clientela muy fiel de expatriados, latinoamericanos y cada vez más británicos y de otras nacionalidades a quienes ha acercado la comida española, que gana cada día más adeptos.

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También en Melbourne (Australia), la croqueta española se abre camino de la mano de 'La Croquetería', una pequeña empresa lanzada por Santiago Seco-Pablos, un ingeniero civil que lleva 12 años viviendo en Australia y hace 5 decidió montar un negocio relacionado con la gastronomía.

Hizo números y se decantó por croquetas “como las de casa, sin aglutinantes, colorantes ni conservantes. Croquetas de verdad”. “Cuando pruebas una croqueta de bechamel ya no la olvidas”, dice.

Sus clientes también son mayoría de españoles expatriados, aunque también hay muchas personas que “creen que conocen las croquetas porque las han probado en otros países como Italia, Colombia o Cuba, donde llaman croquetas a cosas que no lo son; un arancini de Sicilia no es una croqueta”, dice tajante.

'La Croquetería' suministra a más de 100 empresas de restauración y alimentación de Australia, "y desde hace aproximadamente un año estamos vendiendo nuestras croquetas en Singapur”, añade.

El éxito y difusión de la croqueta en el mundo no solo depende de emprendedores. Desde Madrid se ayuda a impulsar el triunfo en el exterior, con cocineros de otros países que acuden a España a formarse en la técnica española de la bechamel o la elaboración de croquetas.

En Alambique, una de las escuelas de cocina más prestigiosas de Madrid, ofrecen todos los meses clases de elaboración de croquetas, a las que acuden cocineros de Perú, Suiza y otros países deseosos de aprender a hacerlas.