En el sínodo de los obispos dedicado a la región panamazónica participarán más de 250 personas, entre ellas numerosos expertos e invitados especiales que, aunque no tendrán derecho a votar el documento final, aportarán su conocimiento en esta reunión, que se celebrará del 6 al 27 de octubre en el Vaticano.

Unos 185 son los llamados padres sinodales, entre ellos 113 que provienen de la región panamazónica, que ocupa un territorio de nueve naciones: Guyana Francesa, República Cooperativista de Guyana, Surinam, Venezuela, Colombia, Ecuador, Brasil, Bolivia y Perú.

“El Sínodo tendrá que indicar caminos y soluciones y no solo denunciar el mal (que aflige a la Amazonia). Tengo confianza en que se encontrará un camino, porque estamos hablando de una cuestión que es una crisis mundial, una crisis grave y urgente, como dicen los científicos, y es necesario hacerlo hoy, porque más tarde será demasiado tarde”, afirmó el cardenal brasileño Claudio Hummes, relator general de esta asamblea

Algunas de las críticas más duras a la celebración de este sínodo han llegado del Gobierno brasileño del presidente Jair Bolsonaro, que lo consideró una injerencia en la soberanía del país.

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El cardenal brasileño aseguró que se respeta la soberanía de los países, pero que ya se explicó en varias reuniones al Gobierno brasileño que la Iglesia católica tiene “una experiencia diferente a las otras instituciones”.

“Estamos allí y tenemos una experiencia real en la Amazonia”, reiteró.