Kalbitz había sido expulsado del partido por iniciativa del copresidente Jörg Meuthen, pero ha tenido que ser readmitido provisionalmente, mientras un tribunal interno decide sobre la causa.
El caso Kalbitz ha hecho evidente la separación entre quienes quieren distanciarse de las fuerzas más cercanas a los neonazis dentro de la agrupación, con el propósito de intentar ganar votos entre los conservadores moderados, y los que se oponen a ello.
ATAQUES EN EL PARTIDO
Kalbitz, que lideraba el partido en Brandeburgo, estado federado circundante a Berlín, es, junto con el líder de Turingia Björn Höcke, uno de los principales representantes de una organización paralela llama "El ala", que se disolvió después de que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución la declarase "caso sospechoso".
Eso implicaba que "El ala" podía ser vigilada por considerar que entre sus metas estaba la destrucción del orden constitucional.
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Dentro de AfD se temió que el control a "El ala" terminará llevando a la vigilancia de todo el partido. Eso llevó a que Meuthen se anotara una victoria parcial al lograr la disolución de la organización.
Un segundo triunfo fue conseguir una mayoría en la cúpula directiva para la expulsión de Kalbitz, con el argumento de que, al ingresar en el partido, ocultó su pertenencia a una organización juvenil de ultraderecha ahora prohibida.
Pero este segundo paso generó resistencias y, en Brandeburgo, Kalbitz siguió presidiendo el grupo parlamentario, pese a su expulsión.
Además, la decisión generó reacciones de dirigentes como el copresidente del grupo parlamentario en el Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán) que ha acusado a Meuthen de escindir el partido con su lucha contra Kalbitz, extremo que, ha asegurado, no piensa permitir.
Y CONTRAATAQUES
Los defensores de Kalbitz, según informaciones que se han filtrado, pareceN haber optado por pasar a atacar a Meuthen por razones ajenas a este caso concreto y han revivido un viejo escándalo de donaciones indebidas recibidas para la campaña en el estado federado de Baden Württenberg.
Meuthen, que lideraba la agrupación en ese estado, ha asegurado que no tuvo conocimiento en su momento de esas donaciones, lo que ahora han puesto en duda antiguos miembros del partido.
De acuerdo con informaciones de la primera cadena de la Televisión Pública Alemania (ARD), Kalbitz y Gauland tienen en su poder una declaración jurada de un antiguo jefe de gabinete de Meuthen que lo compromete mucho más en el caso de las donaciones indebidas.
Un detalle, cuando menos curioso, es que esas versiones empezasen a circular justo antes de la reunión en la que el principal tema debía ser Kalbitz.
Pese a todo, antes del encuentro un miembro de la cúpula, Carsten Hütter, dijo que no teme que el partido pueda sufrir una escisión y agregó que discusiones como la actual son algo normal en una agrupación joven.
La AfD se fundó en 2013 como grupo euroescéptico, en medio de la crisis del euro. Su eje principal era la crítica a las ayudas a Grecia y su primer jefe, Bernd Lücke, proponía una salida de Atenas de la eurozona.
Sin embargo, desde un primer momento la AfD atrajo a militantes cercanos a la ultraderecha que terminaron marcando la identidad del partido en medio de la crisis de los refugiados de 2015.
Ahora la AfD tiene escaños en el Parlamento Europeo, en todos los parlamentos regionales alemanes y es actualmente la principal fuerza de oposición en el Bundestag.
