Feminismo literario en moda Dior

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Marcar forma cuidando el corte de las prendas, pero sin renunciar a la comodidad, una tarea significativa que se vio en pasarela.
Marcar forma cuidando el corte de las prendas, pero sin renunciar a la comodidad, una tarea significativa que se vio en pasarela.gentileza

Entre mística y oriental, la colección primavera-verano 2021 de Dior, presentada este martes en la pasarela de París, estuvo cargada de capas bordadas, vestidos fluidos y chaquetas tipo kimono con los se destacó el feminismo literario.

La diseñadora italiana Maria Grazia Chiuri para Dior sigue explorando los límites de la feminidad. En este desfile, marcado por el contexto sanitario de la pandemia que obligó a reducir el aforo drásticamente, Dior acogió a unos 200 invitados en un pabellón instalado en el jardín de las Tullerías. En Francia el uso de mascarillas en espacios públicos es obligatorio y Dior ofrecía las suyas propias a la entrada, en tela blanca y con una pequeña etiqueta de la firma. El lujo también ha sabido adaptarse al coronavirus.

Dentro de la sala, un enorme espacio rectangular y oscuro, destacaron las vidrieras de siete metros de altura concebidas por la artista italiana Lucia Marcucci en el proyecto “Vetrata di poesia visiva”: una referencia a las vidrieras de la catedrales góticas creadas en este caso a base de recortes de prensa e ilustraciones laicas, y combinadas con pinturas de Piero della Francesca, Claude Monet o Giotto. Vestidos largos de corte recto y mangas abultadas, marcadas en la cintura, y kimonos en tejido vaquero o en estampados de cachemira se combinan con románticas camisas de encaje y vestidos de ganchillo a media pierna.

En términos estilísticos, Chiuri busca respetar la herencia recibida: marcar forma cuidando el corte de las prendas, pero sin renunciar a la comodidad, una tarea significativa para la que es la primera mujer en dirigir la marca desde su creación en 1946. Chiuri citó entre sus influencias para esta colección a la escritora Susan Sontag, de quien retomó su afición por las camisas masculinas, y las prendas superpuestas que solía vestir Virginia Woolf. Ambas sirven a la vez de ejemplo estilístico e intelectual. También se apreció un guiño a uno de los principales rostros del feminismo francés, Simone de Beauvoir, y a los turbantes que solía vestir, pues todas las modelos de Dior llevaron turbantes. Aunque entre mascarillas y restricciones de viajes internacionales, el desfile no tuvo el carácter de encuentro de celebridades de otras ocasiones. EFE