La reina Isabel II nunca se las ha cubierto, mujeres de fuerte personalidad como la actriz Jamie Lee Curtis, Diane Keaton o Helen Mirren las lucen desde hace años; un club al que se sumó en la ceremonia de los Óscar de este año Jane Fonda. Mientras que una nueva generación de damas como Salma Hayek, Katie Holmes o Eva Longoria desvelaron, durante el confinamiento, que también brotaban en su cabello.
El temido cabello blanco para una mujer es para un hombre calificado como signo de distinción, de atractivo, un plus a su belleza como lo demuestran los comentarios hacia George Clooney, en su día a Cary Grant o Richard Gere. Sin embargo, presumir de un cabello plateado en el caso de una mujer no siempre está bien visto y pasa a ser calificado como sinónimo de dejadez, a pesar de que en algunas féminas las canas surgen a muy temprana edad. La pandemia ha traído la liberación de ciertos esquemas estéticos, con un trasfondo de reivindicación como modelo femenino de belleza, válido, más allá de la juventud, señala la estilista Felicitas Ordás, directora del salón de belleza que lleva su nombre.
“Las canas son una opción más y las propuestas con cortes cada vez más actualizados las alejan de esa idea preconcebida hasta hace poco de que son el resultado de la dejadez. Un buen corte, de tendencia y sincronizado con cada estilo y características, puede ser tan favorecedor como llevarlas teñidas”, ha resaltado Ordás.
La reina Letizia las luce ya desde hace tiempo, un momento en que decidió dejar de aclarar varios tonos su cabello para mantenerlo en su color natural, castaño. Para la experta en coloración Diana Durero aclararse en exceso el pelo a cierta edad no es una opción. “Hay mujeres a las que, claramente, les favorecen más los castaños oscuros a cualquier edad. Hay que estudiar cada caso concreto”. Y como ejemplo pone a Penélope Cruz, Tamara Falcó, Victoria Beckham o Winona Ryder.
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