Este 8 de marzo la capital española no acogerá la tradicional manifestación en defensa de los derechos de la mujer, que otros años reunió a cientos miles de personas y, a cambio, este lunes habrá cientos de pequeñas concentraciones con menos de veinte personas para reivindicar este día.
El delegado del Gobierno en Madrid prohibió cualquier manifestación en la capital por el “alto riesgo” de contagio, primando el derecho a la salud y a la vida frente al de reunión y ayer el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, confirmó esta decisión.
No obstante, los dos principales sindicatos de España, UGT y CCOO, ha recurrido esta decisión ante el Tribunal Constitucional, al considerar que afecta a un derecho fundamental.
La prohibición fue duramente criticada por diversos colectivos organizadores de los actos de este día con frases como que es “un ataque más a las mujeres”, teniendo en cuenta que se han autorizado manifestaciones en meses anteriores y que en otras ciudades de España sí que se celebrarán actos hoy.
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Sin ir más lejos, ayer se vieron grandes aglomeraciones de aficionados en las inmediaciones del estadio de fútbol de Atlético de Madrid antes de que se celebrara el encuentro con su tradicional rival, el Real Madrid.
Para la Coordinadora de Asociaciones de Mujeres por la Participación y la Igualdad, que representa a más de 20 entidades, la prohibición de hoy no obedece a razones de salud pública, porque los convocantes habían diseñado “limitaciones mucho más pautadas que las impuestas para otras concentraciones que sí han contado con autorización”.
La manifestación del 8 de marzo de 2020, celebrada solo unos días antes de declararse la pandemia en España y que reunió a más de 120.000 personas, según cifras oficiales, fue criminalizada durante este año por grupos conservadores como uno de los causantes de la expansión de la pandemia en Madrid.
Sin embargo, ese día de hace un año en la capital y en toda España se celebraron numerosas concentraciones de personas, entre ellas el acto de clausura de la asamblea general del partido de ultraderecha Vox, un claro opositor a las reivindicaciones feministas.
Las organizaciones feministas consideran que “el feminismo no se puede desconvocar” y anuncian que este 8 de marzo las mujeres “estarán visibles y presentes y dispuestas para teñir Madrid de morado”.
A través de redes sociales, distintos colectivos y particulares lanzan propuestas para ese 8M sin marchas, como la de concentrarse frente a los portales de los domicilios.