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A las 07:34 GMT (3:34, hora paraguaya), el vehículo de 1,8 kg se elevó tres metros sobre la superficie marciana y aterrizó tras un vuelo de 39,1 segundos.
“No sabemos exactamente adónde nos llevará el Ingenuity, pero los resultados de hoy indican que el cielo, al menos en Marte, puede no ser el límite”, manifestó Steve Jurczyk, administrador interino de la agencia aeroespacial estadounidense.
Ayer, por casi 40 segundos, el pequeño artefacto de menos de dos kilos (4 libras) de peso se alzó desde la superficie marciana hasta unos 3 metros (10 pies) de altitud, para luego descender sin incidentes en el suelo.
Los datos e imágenes del vuelo autónomo se transmitieron a la Tierra, a 278 millones de kilómetros de distancia, donde fueron recibidos por el conjunto de antenas terrestres de la agencia espacial estadounidense y procesados más de tres horas después.
Ingenuity envió rápidamente una imagen en blanco y negro desde su cámara de navegación que apuntaba hacia abajo, mostrando su sombra, parecida a la de un insecto, proyectada sobre la superficie.
El helicóptero viajó a Marte unido a la parte inferior del róver (vehículo de superficie) Perseverance, que aterrizó en el planeta el 18 de febrero pasado, y que tiene por misión de buscar signos de posible vida (tal vez microscópica), actual o pasada, en ese planeta.
Perseverance envió un vídeo en color en el que se veía cómo el helicóptero despegaba y aterrizaba poco después.
La agencia espacial estadounidense comparó la hazaña con el primer vuelo propulsado en la Tierra, realizado por los hermanos Wright en 1903 en Carolina del Norte, en Estados Unidos.
La NASA introdujo un trozo de tela del avión de los Wright en Ingenuity en homenaje a aquel primer vuelo.
La agencia espacial había previsto el vuelo para el 11 de abril, pero lo pospuso debido a problemas en la programación de la nave
A diferencia de su compañero, el Perseverance, el objetivo de Ingenuity es únicamente demostrar que su tecnología funciona, y no contribuirá a los objetivos científicos de la misión.
Esta experiencia podrá servir para futuras naves en la exploración de cuerpos celestes, al alcanzar áreas a las que los róver no pueden ir y al viajar mucho más rápido.