Así lo expresó el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en su oratoria telemática, en la que enfatizó que, si bien no busca "echar culpas" a nadie por los problemas que han tenido las instituciones para la entrega de dosis, consideró que es necesario "estar preparados".
En concreto, el mandatario se refirió al mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyas vacunas de AstraZeneca no arribaron a su país hasta principios de abril, por lo que el Gobierno debió negociar directamente con los laboratorios Pfizer y Sinovac para adquirir vacunas.
"Que no tenga que primar la competencia de naciones donde, por lo general, las más poderosas son las que llegan primero para poder inocular a nuestros ciudadanos", reflexionó Lacalle Pou.
El presidente de Uruguay consideró la carrera por las vacunas como "el más claro ejemplo de individualismo" y contó que su país debió recibir asistencia de naciones como China y Chile para poder llegar a conseguir dosis.
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"Urge tomar decisiones a corto, mediano y largo plazo para estos organismos que integran gran parte de las naciones del mundo, tengan mecanismos suficientemente lógicos y adecuados para la realidad que podemos vivir", subrayó.
Durante su discurso también puso el foco en la economía, que se vio fuertemente afectada por la pandemia, e hizo un llamado a que la protección de cada pueblo no se transforme en proteccionismo.
"Para países como Uruguay es urgente que el mundo pueda abrirse, comercie y en relaciones complementarias poder en este concierto internacional lograr el progreso de nuestras naciones", resaltó.
Finalmente, Lacalle Pou se refirió a la crisis venezolana como un tema que preocupa a Uruguay y "la comunidad internacional" y pidió "al señor (Nicolás) Maduro" o a quien vaya a hablar por él en la cumbre, que "debe abrir las puertas, la ventana, a la democracia".
Según fuentes de la Cancillería, además del presidente la delegación uruguaya iba a estar integrada por el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, así como otros integrantes de su gabinete, si bien no aparecieron en pantalla.
La XXVII Cumbre Iberoamericana, prevista para noviembre del pasado año pero pospuesto debido a la pandemia, se celebra de manera semipresencial.
Al Principado de Andorra llegaron el martes las delegaciones de España y Portugal, que se trasladaron por cercanía geográfica, y Guatemala y República Dominicana, anterior y siguiente sede de esta Cumbre bienal.