Los datos también muestran que, por primera vez desde diciembre de 2020, cuando comenzó a formarse la segunda ola, ninguno de los 27 estados brasileños presenta una tasa de ocupación de camas de cuidados intensivos superior al 90 % en el sistema público de salud.
Fiocruz informó que la tendencia de caída en los indicadores de incidencia y mortalidad se mantuvo entre el 4 y el 10 de julio, por tercera semana consecutiva, lo que indica una desaceleración de la pandemia, que coincide con el avance de la campaña de vacunación.
En este contexto, el número de casos y fallecimientos ha bajado en los últimos 21 días cerca de un 2 % al día, “pero todavía permanece en un nivel alto”, alertó la entidad vinculada al Ministerio de Salud.
De hecho, la tasa de letalidad por la enfermedad continuó en torno al 3 %, un porcentaje "considerado elevado".
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Con una población de 212 millones de habitantes, Brasil es el país de Latinoamérica con peores números de la covid-19, el segundo del mundo con más decesos (535.000) y el tercero con más positivos (19,1 millones), detrás apenas de Estados Unidos y la India.
Según el estudio, la menor presión hospitalaria de las últimas semanas es reflejo de "una nueva fase" de la pandemia en Brasil, en la que, gracias a la vacunación, la cifra de ingresos y óbitos disminuye entre los grupos de riesgo, pero al mismo tiempo la transmisión del virus sigue "intensa" entre los no inmunizados.
Según datos oficiales, un 40 % de la población brasileña ha recibido la primera de las dos dosis que requieren la mayoría de los fabricantes, pero apenas un 15 % tienen la pauta de vacunación completa.
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Los científicos que participaron en el informe señalaron que este descenso de los indicadores pandémicos "puede indicar un proceso más duradero de enfriamiento de la pandemia en los próximos meses".
Si bien ese escenario, según los especialistas, depende de una serie de factores, entre ellos "la intensificación de la vacunación, la adecuación de las prácticas de vigilancia sanitaria y el refuerzo de la atención primaria", además de mantener el uso de la mascarilla y el distanciamiento físico.
“Es importante destacar que las vacunas disponibles presentan límites en relación al bloqueo de la transmisión del virus, que continúa circulando con intensidad. Las vacunas son especialmente efectivas en la prevención de casos graves”, añadieron.