"Islas Marshall, Micronesia y Palau están muy avanzados en términos de sus programas de vacunación porque tuvieron el apoyo de los Estados Unidos desde muy temprano", dijo desde Suva Samarasinha en una reunión virtual con la Asociación de la Prensa Extranjera en Australia.
"En otros lugares es más lento, en particular en Kiribati y Vanuatu, mientras se están notando progresos en Tuvalu", agregó el funcionario de Naciones Unidas al detallar que estas naciones dependen de la plataforma COVAX.
Si se excluye a los 9 millones de habitantes de Papúa Nueva Guinea, la región del Pacífico agrupa a una quincena de naciones insulares con una población de unos 2,3 millones de personas que se esparcen en centenares de islas y que ocupan un área del 15 % del territorio del planeta, según datos del Banco Mundial.
La mayoría de estos países, que dependen fuertemente del turismo, han cerrado sus fronteras internacionales, a excepción de Palau, y se mantienen libres de infecciones, aunque Fiyi, con 900.000 habitantes y una de las principales economías de la región, afronta un fuerte brote con la variante delta desde abril.
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En Fiyi, donde se espera terminar la vacunación de la población adulta para octubre -antes de la llegada de la temporada de tifones-, la situación "es preocupante", tras registrar este mes una media de 700 nuevos casos diarios, comentó Samarasinha.
Frente a este brote, el primer ministro fiyiano, Frank Bainimarama, dijo que todos los trabajadores -públicos y privados- que rechacen ser vacunados perderán su trabajo.
Fiyi, que hasta abril registraba un total de menos de cien contagios de la covid-19 y ahora supera los 12.500, incluidos 69 fallecidos, ha administrado la primera dosis de AstraZeneca al 64 % de su población adulta elegible.