Tras examinar 75 dispositivos, la investigación halló rastros de Pegasus en los teléfonos móviles de seis activistas palestinos, tres de los cuales pertenecen a alguna de las seis ONGs que Israel catalogó como terroristas el mes pasado: Ghassan Halaika, Ubai al Aboudi y Salah Hammouri.
Los nombres de los otros tres palestinos afectados por el espionaje no han sido revelados pero en los seis casos el rastro de Pegasus data de entre julio de 2020 y abril de 2021.
La semana pasada EEUU sancionó por ciberespionaje a la firma israelí NSO, fabricante del software Pegasus, que en julio una investigación periodística internacional reveló que había sido para espiar a cientos de periodistas y líderes políticos, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron.
Las organizaciones declaradas terroristas son Al Haq, el Centro Bisan, Addameer (Asociación de Derechos Humanos y de Apoyo a los Prisioneros), la Unión de Comités de Mujeres Palestinas, la Unión de Comités de Trabajo Agrícola y la Organización de Defensa de la Infancia.
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El 22 de octubre, el Ministerio de Defensa israelí catalogó como terroristas a estas organizaciones por su presunta pertenencia al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), considerado terrorista también por EE.UU. y la Unión Europea; y ayer el Ejército extendió esa declaración a orden militar para poder aplicarla en Cisjordania ocupada.
Allí es donde estas organizaciones operan y tienen sede, por lo que la orden militar abre la puerta a la detención de su personal.
Estas organizaciones son socias de ONGs internacionales que operan en los territorios palestinos y la mayoría recibían fondos de la UE, que ha pedido a Israel pruebas más sólidas sobre sus vínculos terroristas, al igual que EEUU.
"Este último movimiento del gobierno israelí es parte de una tendencia alarmante diseñada para frenar el trabajo de organizaciones humanitarias y activistas, el momento y el método de la designación sugiere que también hay un esfuerzo por legitimar la vigilancia e intervención de dispositivos de defensores de derechos humanos palestinos usando Pegasus", señaló hoy Front Line Defenders (FLD).
El 16 de octubre, la organización palestina Al Haq contactó a Front Line Defenders ante la sospecha de que el teléfono de alguien de su equipo había sido hackeado y ese mismo día, el coordinador de protección digital de FLD, Mohamed al Maskati, encontró rastros de Pegasus.
Ante esa revelación, Al Haq informó a otros grupos palestinos que se encontraban en la mira de Israel y Maskati analizó los dispositivos de hasta 75 activistas que tenían sospechas de ser espiados, encontrando trazas de Pegasus en los dispositivos de seis de ellos.
De los tres activistas palestinos afectados cuyos nombres se han revelado, Ubai al Aboudi ostenta además ciudadanía estadounidense y Salah Hammouri, a quien Israel le retiró su "residencia permanente" en Jerusalén el mes pasado, tiene ciudadanía francesa.
"Hacemos un llamamiento a Naciones Unidas para que investiguen quién está detrás del uso de este programa en los teléfonos de defensores de derechos humanos, una medida que pone en riesgo sus vidas", afirmó hoy en rueda de prensa en Ramala Tahseen Elayyan, de Al Haq.
