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Estos comicios son importantes para los "chilenos y chilenas" que viven en el exterior porque demuestran a través de su voto que "son parte" de Chile, dijo a Efe el cónsul general de Chile en Sídney, Carlos Marín, desde uno de los primeros centros de votación para estos comicios que abren en el mundo debido a las diferencias horarias.
En Australia, unos 5.040 chilenos, principalmente en Sídney y Melbourne, están habilitados para votar, bajo las restricciones impuestas en esas ciudades por la covid-19 como el certificado de vacunación, mientras que en Nueva Zelanda la mayoría de los 1.719 electores se encuentran principalmente en Auckland y Wellington.
Daniel Tureo, un joven chileno que llegó hace cinco años a Australia dijo a Efe desde el centro de votación en Sídney que estos comicios "marcan un paso importante de lo que necesita Chile", al mencionar avances en "la igualdad de condiciones".
Con la ultraderecha en auge, la redacción de una nueva Constitución en marcha, una acuciante inflación tras la pandemia y una fuerte crisis social e institucional que no cesa desde 2019, los expertos coinciden en que se trata de las elecciones más cruciales de la historia reciente del país suramericano.
Además, la incertidumbre rodea más que nunca esta votación, en la que por primera vez y según los sondeos, los dos candidatos que pasarían al balotaje actualmente no forman parte de las dos grandes coaliciones que se han repartido el poder desde la salida del dictador Augusto Pinochet (1990).
Se cree que la segunda vuelta de estos comicios en los que están habilitados para votar 15 millones de chilenos, entre ellos más de 71.000 que se encuentran en el exterior, se definirá entre el ultraderechista José Antonio Kast y el candidato de izquierdas Gabriel Boric.
Desde que el voto es voluntario, ninguna elección presidencial ha superado el 50 %, un umbral que solo se alcanzó en el plebiscito por una nueva Constitución de 2018.