Londres descarta adelantar elecciones norirlandesas pese a caída del Gobierno

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El ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis.
El ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis.102815+0000 JUSTIN TALLIS

DUBLÍN. El ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, aseguró este martes que no habrá elecciones autonómicas anticipadas en la región tras la caída la pasada semana del Gobierno de Belfast, de poder compartido entre unionistas y nacionalistas.

Lewis opinó que “lo correcto” es mantener el próximo 5 de mayo como la fecha fijada anteriormente para esos comicios, a pesar de que las dos fuerzas mayoritarias en el Ejecutivo autónomo, el Partido Democrático Unionista (DUP) y el Sinn Féin, habían pedido un adelanto.

El ministro recordó que, de acuerdo con la actual legislación, la Asamblea autónoma "puede seguir funcionando" sin el Ejecutivo, por lo que es necesario "dar tiempo y espacio" a los diputados regionales para que "tramiten leyes".

La dimisión el pasado jueves del ministro principal norirlandés, Paul Givan (DUP), provocó la salida automática de su "número dos", Michelle O'Neill (Sinn Féin), lo que impide que se reúna el Gobierno.

Hasta 2020, la caída del Ejecutivo norirlandés obligaba a Londres a convocar elecciones anticipadas si al cabo de siete días no había recambio para los puestos de ministro y viceministro principal, un periodo que ahora se ha extendido a seis semanas.

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La normas ahora vigentes está recogidas en el llamado acuerdo "Nueva década, nuevo enfoque", firmado en enero de 2020 por las formaciones regionales para restaurar el Gobierno de Belfast tras tres años de suspensión, lo que provocó una grave crisis y parálisis institucional.

El DUP ha advertido de que ve "difícil" regresar al Gobierno de poder compartido después de los comicios del 5 de mayo si no se solucionan los "problemas" que está causando el Protocolo de Brexit en la provincia británica.

Este mecanismo, que entró en vigor el 1 de enero de 2021 junto con el resto de acuerdos del Brexit, obliga a revisar las mercancías que llegan a Irlanda del Norte desde Gran Bretaña para evitar la entrada incontrolada de productos al mercado comunitario europeo, al tiempo que impide una frontera dura entre las dos Irlandas, clave para el proceso de paz.

No obstante, la nueva burocracia ha provocado escasez de productos y tensiones políticas en la región, sobre todo en la comunidad unionista-protestante, que ve peligrar su posición dentro del Reino Unido.

Aunque Londres y Bruselas siguen negociando para mejorar el funcionamiento del protocolo, el DUP decidió el pasado jueves abandonar el Gobierno ante la falta de avances en ese diálogo.