En la mayor caída de estas plazas desde el pasado 24 de enero, que se produjo por motivos similares al de esta jornada, la bolsa española ha presidido las pérdidas europeas, con un descenso del 2,55 %, en tanto que la de París ha bajado un 2,3 %; el índice Euro Stoxx 50 un 2,18 %; Milán un 2,04; Fráncfort un 2,02 % y Londres un 1,69 %.
Los mercados de renta variable mundiales comenzaban la semana con pérdidas de alrededor del 3 % porque Estados Unidos había dicho que Rusia podría invadir Ucrania en cualquier momento, asunto desmentido por el Kremlim.
Además, Wall Street había cerrado el viernes con cuantiosas pérdidas: el índice Dow Jones de Industriales bajó un 1,43 %, el S&P 500 un 1,9 y el tecnológico Nasdaq un 2,78 %.
El sentimiento negativo, surgido por la proximidad de un ataque ruso a Ucrania y por la recomendación de muchos gobiernos extranjeros a sus ciudadanos para que abandonaran este país, se había extendido por Asia esta madrugada: Bombay ha cedido el 3 %; Tokio el 2,23 %; Seúl el 1,57 %, Hong Kong el 1,41 % y Shanghái el 0,98 %.
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Además del escenario prebélico que pintan en Europa del Este, los inversores seguían preocupados por el alcance de los cambios que se van a ejecutar en la política monetaria en Estados Unidos, después de que la inflación subiera en ese país al 7,5 % en enero, y en Europa, lo que se había reflejado la semana pasada en el rendimiento de la deuda a largo plazo.
Sin embargo, en esta sesión, y después de que la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, dijera el domingo que la subida de tipos se tiene que apoyar en datos económicos para no perjudicar la actividad, el interés del bono alemán, que actúa como refugio en situaciones de crisis, bajaba levemente, una centésima, y se situaba en el 0,28 %.
Discurso contrario daba el presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, partidario de una rápida respuesta para contener la inflación, con lo que el rendimiento de la deuda estadounidense tomaba el camino contrario y superaba el 2 % (ganaba ocho puntos básicos y se situaba en el 2,02 %).
También influía en el ánimo bursátil al inicio de la jornada el precio del petróleo (el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se encarecía al comienzo del día el 1,8 % y se cambiaba por encima de 96 dólares, nivel desconocido desde el comienzo de octubre de 2014, aunque al cierre bursátil se negociaba a 94,5 dólares, precio del cierre de la víspera).
Al final de la sesión, la moderación de las pérdidas del 1 % que registraba Wall Street poco después del inicio de su jornada hasta el 0,4 % servía para reducir la caída al cierre bursátil en el Viejo Continente.