El arresto tuvo lugar este domingo en la provincia de Tarragona (noreste) y a continuación, un juez de la Audiencia Nacional decretó su ingreso en prisión por riesgo de fuga, a la espera de que se decida sobre su extradición, después de que la detenida renunciara a su traslado voluntario a Reino Unido, informaron a Efe fuentes jurídicas.
Según informaron a EFE fuentes de la Guardia Civil, Panitzke, acusada de un delito de blanqueo de capitales por las autoridades británicas, formaba parte de una organización criminal integrada por 16 personas y ella era única que estaba aún en libertad.
Esta organización se dedicaba al fraude del IVA en la compraventa de teléfonos móviles, que adquirían en el extranjero sin ese impuesto y revendían en Reino Unido, obteniendo con ello un beneficio estimado por las autoridades británicas de más de un billón de libras esterlinas.
Los investigadores británicos aseguran que la detenida era la persona encargada de blanquear las ganancias de la organización a través de múltiples empresas que poseía en España, Andorra y Dubái.
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Destacan además que esta organización llegó a vender más teléfonos en Reino Unido que todas las tiendas legales en su conjunto.
Huida casi una década
En agosto de 2013 fueron juzgados los principales responsables de la trama y Panitzke no se presentó a la vista, por lo que fue condenada en rebeldía a 8 años de prisión por su participación en el blanqueo de las ganancias de la organización.
Tras su huida, los principales indicios apuntaban a que podría ocultarse en España, país con el que mantenía lazos familiares y académicos desde su adolescencia, lo que llevó a las autoridades británicas a contactar con la Guardia Civil.
Tras comprobarse en 2015 que se ocultaba en una localidad de Barcelona (noreste), la fugitiva logro escapar tras cambiar completamente su apariencia y no se volvió a localizar hasta febrero de este año en una pequeña población de la provincia de Tarragona, limítrofe con Barcelona.
Tras desplegar un gran dispositivo, la semana pasada la Guardia Civil la detuvo cuando salía de su domicilio a pasear con sus mascotas.
La operación contó con el apoyo del HMRC (Her Majesty’s Revenue and Customs), organismo del gobierno británico encargado de recaudar impuestos.