Aunque todas las partes se han manifestado a favor de prolongar el cese de hostilidades que ha supuesto una clara reducción de los combates y un considerable alivio a la situación humanitaria en el país tras más de siete años de guerra, el enviado especial de la ONU, Hans Grundberg, sigue intermediando para lograr un acuerdo 'in extremis'.
La apertura de los pasos fronterizos de Taiz por los hutíes y el pago de los salarios de los funcionarios con cargo a la recaudación por los aranceles de la importación de petróleo son algunos de los puntos acordados para la tregua cuyo cumplimiento reclama el Gobierno yemení a los hutíes.
Así se lo expresó a António Guterres, secretario general de la ONU, en un conversación telefónica el pasado martes Rashad al Alimi, el presidente del Consejo de Liderazgo Presidencial, que desde el pasado abril ejerce el poder ejecutivo del Gobierno legítimo yemení.
Sin embargo, el desbloqueo de Taiz parece ser el principal obstáculo para el acuerdo sobre la prolongación de la tregua en las negociaciones en marcha ante las reticencias de los hutíes.
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El pasado martes, Grundberg viajó a Mascate, la capital de Omán, escenario junto con Amán de varias rondas de consultas en las últimas semanas, para reunirse con los negociadores hutíes en busca de un acuerdo.
El enviado de la ONU ha elaborado una propuesta para la reapertura gradual de las carreteras en Taiz y otras provincias controladas por las fuerzas gubernamentales pero cercadas por los insurgentes.
SEÑALES "POSITIVAS"
Este miércoles el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, afirmó que este organismo ha recibido "indicaciones preliminares positivas" para la extensión de la tregua.
Aunque tanto Naciones Unidas como otros organismos han tachado la tregua de "exitosa", las partes enfrentadas se han acusado en numerosas ocasiones de violar el acuerdo, ya fuera por avances de tropas en el frente como por ataques e incursiones con drones.
Sin embargo, la organización Yemen Data Project afirmó en un comunicado a principios de mayo que "por primera vez desde febrero de 2015 no se registraron ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen durante todo un mes".
Además, una treintena de ONG internacionales que hace unos días pidieron a la partes hacer todo lo posible para prolongar el alto el fuego apuntaron que solo durante el primer mes de tregua el número de muertos y heridos en el Yemen se redujo en "más del 50 %", en un conflicto que desde su inicio en 2014 ha provocado más de 150.000 víctimas mortales.
Además, el acuerdo ha permitido el levantamiento por parte de una alianza internacional militar encabezada por Arabia Saudí en apoyo al Gobierno del bloqueo impuesto a los puertos marítimos controlados por los hutíes, que permitieron la entrada de buques petroleros en unas zonas de creciente escasez de carburante.
También ha supuesto el reinicio de vuelos comerciales desde el aeropuerto internacional de Saná, también en manos de los rebeldes, tras casi seis años de bloqueo con conexiones con Amán y El Cairo.
