Los ministros de Exteriores, José Manuel Albares, y de Defensa de España, Margarita Robles, destacaron en rueda de prensa en Madrid que el “concepto estratégico” de la OTAN que se aprobará en la cumbre de los próximos 29 y 30 de junio en la capital española, que definirá el marco de actuación de la OTAN para lo próximos diez años, recogerá el peligro que supone la inestabilidad política e institucional en África y amenazas como los tráficos de armas, drogas y personas.
Este es uno de los principales objetivos de España para la cita, pero en ningún caso supone restar importancia al hecho de que el principal foco de atención actualmente para la OTAN sea el flanco este, recalcó Albares, con la invasión de Rusia en Ucrania.
Albares y Robles coincidieron en señalar que amenazas como las migraciones masivas, el chantaje energético, los ciberataques y los ataques climáticos son latentes tanto en el sur como en el este y la OTAN debe prestarles atención y estar preparada para hacerles frente.
“Ahora la principal amenaza proviene del este, pero poco importa de dónde provengan, lo importante es que el mundo tenga claro que provengan de donde provengan, la OTAN va a actuar y nadie puede considerarse mirado o señalado, porque la OTAN es una organización defensiva, no ofensiva”, señaló Albares.
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El flanco sur y su importancia en el documento estratégico de la OTAN será abordado en la cumbre tanto por los ministros de Defensa y Exteriores como por los jefes de Estado y de Gobierno.
Preguntado sobre si esta insistencia de España podría ser ofensiva para países del sur como Marruecos o Argelia, Albares fue tajante: “el concepto estratégico de la OTAN no va contra nadie, va a fijar amenazas que existen, allí donde se produzcan, por lo tanto nadie puede sentirse señalado”.
Por su parte, Robles apuntó que "esa mirada hacia el sur en la que España insiste es plenamente complementaria y necesaria con el apoyo pleno que España está dando en el flanco este a los países bálticos".
En su opinión, la cumbre será la mejor manifestación para que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, sepa que "hay un compromiso claro de todos los países de la OTAN y de la UE de trabajar por la paz y que no va a aceptar ningún tipo de injerencia”.
La cita de Madrid reunirá a 44 delegaciones, 41 de ellas encabezadas por jefes Estado o de Gobierno, en compañía de ministros de Exteriores y Defensa, con la asistencia de 30 estados de la OTAN junto a otros países asociados como Bosnia, Jordania, Mauritania, Japón, Australia, Corea Sur y también Ucrania.
