Un crimen de la dictadura argentina llega al cine de animación

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Gijón (España),10 jul (EFE).- El caso del pianista brasileño Francisco Tenorio, que en marzo de 1976 acompañaba la gira de los artistas Vinicius de Moraes y Toquinho, en Buenos Aires, y fue secuestrado, torturado y asesinado por militares argentinos, llega al cine de animación de la mano del ilustrador Marcello Quintanilha.

El largometraje, producido por los estudios Mariscal, se titulará “Disparen sobre el pianista”, en homenaje al film homónimo del director francés François Truffau, uno de los artífices del “Cinéma Vérité”, está en la fase final de elaboración y se espera llegue a las salas de cine el año próximo.

El ilustrador brasileño Marcello Quintanilla, autor de “Tungsteno” entre otras obras, espera tener finalizadas todas las secuencias a finales de este mes, según anunció este domingo en la Semana Negra de Gijón, el festival de cine de esa temática que se celebra en la ciudad del norte España, donde comparte la sección de cómic con el dibujante español Miguelanxo Prado.

Quintanilla, autor del cartel anunciador de la 35 edición de la Semana Negra que se desarrollará hasta el 17 de julio, se manifestó orgulloso de poder reconstruir la historia del pianista Tenorio, que “se lo tragó la noche negra de la dictadura argentina”.

A mediados de marzo de 1976 el gobierno de María Estela Martínez De Perón agonizaba y se preparaba un golpe militar que tomó la casa de Gobierno en Buenos Aires el 24 de marzo, en medio de un clima de inestabilidad política y violencia que contrastaba con los carteles luminosos que anunciaban en las calles el concierto de Vinicius y Toquinho, en el teatro Gran Rex.

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Delgado, de barba y con el pelo ensortijado hasta los hombros, Francisco Tenorio, de 35 años, considerado como uno de los mejores pianistas del samba-jazz, salió de su hotel la madrugada del 18 de marzo para comprar cigarrillos, pero nunca volvió.

Los llamados grupos de tareas, militares y policías que actuaban encubiertos, lo metieron a la fuerza en un automóvil y nunca volvió.

Investigaciones de organismos de derechos humanos lograron determinar que el músico brasileño fue trasladado a la Escuela de Mecánica de la Armada, en la calle Libertador de la capital argentina, actualmente rehabilitada como centro de la memoria, donde fue torturado y falleció un día antes del golpe de Estado, probablemente a manos del entonces capitán de Fragata, Alfredo Astiz.