Al contrario que el pasado miércoles, cuando tras una primera irrupción de los sadristas en el Legislativo les pidió que lo abandonaran tras algo más de dos horas, esta vez el clérigo y líder político tardó prácticamente un día en pronunciarse y cuando lo hizo fue para jalear lo que calificó de "revolución espontánea y pacífica".
"Es una gran oportunidad para cambiar fundamentalmente el sistema político, la Constitución y las elecciones", aseguró Al Sadr en un mensaje en su cuenta de Twitter, en el que llamó a otros sectores de la sociedad a apoyar a los "revolucionarios".
Aunque no precisó la estrategia para lograr estos cambios, insinuó que no repetiría el error de 2016, cuando sus seguidores se retiraron pacíficamente del Parlamento tras haber irrumpido en él por motivos similares: el retraso en la formación de Gobierno y la exigencia de reformas.
"Espero que no se repita la tragedia de perder la primera oportunidad de oro en 2016. Es otra oportunidad para disipar la oscuridad, la corrupción, la exclusividad en el poder, la lealtad al exterior, las cuotas y el sectarismo que han impregnado Irak desde su ocupación" por Estados Unidos en 2003, apuntó.
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LOS OCUPANTES SE ORGANIZAN
En el interior del Parlamento sus seguidores ya habían comenzado desde la mañana a prepararse para una toma larga del edificio, instalando tiendas de campaña en su patio exterior y organizando comités para labores como la distribución de comida o controlar quién entra y sale del recinto y evitar así infiltrados, según informó a Efe una fuente del legislativo.
La actitud de las fuerzas de seguridad, a las que el primer ministro, Mustafa al Kazemi, ha pedido que respeten la integridad de los manifestantes, contribuyó a que la protesta se mantuviera por cauces pacíficos e incluso se incrementara, ya que no pusieron obstáculos a que la gente saliera y entrara del edificio.
El capitán Saal al Taí, de la Comandancia de Operaciones de Bagdad, indicó a Efe que tienen instrucciones del alto mando de las Fuerzas Armadas de evitar dañar a los manifestantes.
Los agentes, añadió, se limitaron a desplegarse de manera intensiva en los alrededores del edificio y de otras instituciones de la Zona Verde, el área fortificada del centro de Bagdad donde además del Parlamento están las sedes de otras instituciones del Estado y numerosas embajadas extranjeras.
LLEGADA DE MÁS SEGUIDORES
Esto fue aprovechado por los sadristas, que dejaron entrar y salir libremente a los trabajadores del Parlamento, para aprovisionarse de víveres y otros materiales y para incrementar su número.
En un principio eran entre 4.000 y 5.000, pero tras el llamamiento de su líder comenzaron a llegar muchos más.
Uno de los ocupantes del Parlamento, Raad al Saadi, dijo a Efe por teléfono que su acción es "un mensaje de que no hay lugar para los corruptos" y para anunciar su "rechazo al candidato del Marco de Coordinación para encabezar el próximo Gobierno, Mohamed al Sudani".
El Marco de Coordinación es una alianza de partidos, integrada entre otros por los proiraníes Estado de la Ley, del ex primer ministro Nuri Al Maliki (2006-2014), y el Bloque al Fatah, el brazo político de las milicias favorables a Teherán, que se convirtió en mayoritaria en el Parlamento tras la retirada a principios de junio de los diputados del Bloque Sadrista.
PARÁLISIS POLÍTICA
Estos, que habían logrado el mayor número de escaños (73 sobre un total de 329) en las elecciones de octubre, renunciaron siguiendo las órdenes de Al Sadr después de que el Marco de Coordinación boicoteara en varias ocasiones, con la ausencia de sus legisladores, la votación para elegir al candidato a presidente propuesto por la coalición liderada por los sadristas.
Las noticias de que el Marco de Coordinación pensaba convocar al Parlamento el fin de semana para la elección del nuevo presidente llevaron a las dos irrupciones de esta semana de los simpatizantes de Al Sadr en el Parlamento.
"También exigimos disolver el Parlamento, celebrar elecciones justas y formar un Gobierno que sirva a los ciudadanos. Seguiremos en nuestra sentada hasta lograr nuestras demandas", apuntó Al Saadi.
Entretanto, el presidente de la región semiautónoma del Kurdistán, Nechirvan Barzani, ofreció la capital de esta, Erbil, como sede de un eventual "diálogo abierto e integral" entre partidos rivales para solucionar la crisis política en que se halla sumido Irak desde los comicios de octubre.